Bien dice Jaime Muñoz que Rosa Gámez Reyes-Retana es un ejemplo a seguir y es que ahora que ha festejado su 8O aniversario con la publicación de su poemario Grafías al viento se ha hecho palpable cuánto se puede aprender de una mujer que vive siempre optimista y en la búsqueda del conocimiento, siempre activa; ya sea escribiendo, tocando el piano (sin dejar de tomar clases con la maestra Mariana Chabukiani) o asistiendo al taller literario del poeta Marco Antonio Jiménez. Rosita, como le llamamos todos, es sicóloga y tiene una maestría por la UNAM, ella está siempre alerta a lo que pasa en el entorno político y social, pero sobre todo, está involucrada en la vida cultural de nuestra ciudad. Una prueba de ello es su ensayo histórico Un logro del deseo. La Camerata de Coahuila. Que habla no sólo de su afición por la música clásica sino de su compromiso con la cultura regional. Otros textos ensayísticos son: Pienso luego escribo y Déjame ayudarte con tu niño Down. También dentro de su obra se encuentra la novela La menoscabada, el libro de cuentos Pueblerinas narraciones, los poemarios Devenir de luna, Devaneo de mar e Imantación, brote y semblanza de amor.
Su más reciente libro Grafías al viento fue presentado el 16 de febrero de este año, y en él reúne casi toda su obra poética; resulta interesante leerlo porque allí encontramos la primera poesía que la autora escribió a los 10 años de edad; “Gotitas de lluvia” que dice: “Al mirar por la ventana / gotitas saltarinas/ que la lluvia trae consigo/ me parecen danzarinas/ Qué alegría encierran ellas/ las gotitas coquetonas/ que brincan tan juguetonas/esbeltitas picaronas…” Dichos versos están en el apartado poemas para niños. E igualmente es posible percibir cómo la madurez hizo bien su trabajo en la pluma de la autora; lo comprobamos en uno de los poemas de reciente creación, “Su nombre” : “En la hemorragia de los años/ este caduco cuerpo se va desmadejando/ mientras el taladro del tiempo/ hostiga mi vacío interno./ Es la certeza de que hay un Dios lo que me alienta/ lo que doblega mi desaliento./ Es mi vida que exige su presencia/ para no abismarme en espacios de la nada/ pues ya en la frontera con la muerte/ su solo nombre cura mis sombras.”
Le pedí a Rosita me contestara un breve cuestionario que nos asomará un poco a lo que es ella como escritora.
¿A qué edad te nació la inquietud por escribir?
En el foco de mi atención ha estado el interés latente por aprender, ya que desde niña tuve conciencia de la riqueza que encierra el conocer los conceptos, y amé los diccionarios donde encontraba el significado de las palabras con las que podía comunicarme y a la vez escribir.
¿Cuál fue lo primero que escribiste?
En el campo de la poesía, a los 10 años, estaba observando desde la ventana de mi recámara la lluvia y escribí el poema Gotas de lluvia.
¿Con qué escritores te asomaste por primera vez a la literatura?
Edmundo de Amisis, Mark Twain, Carlos Dickens, Stefan Zweig, Pierre Loti y la colección de cuentos Las Mil y una noches fueron algunos de los escritores que me influyeron. Sus libros aún se conservan frescos en mi memoria.
De tu obra, ¿qué es lo que más te gusta y por qué?
De los variados campos de las letras en los que me he expresado, la obra que más me gusta es el ensayo Un logro del deseo, La Camerata de Coahuila, por el que el Archivo municipal Eduardo Guerra del Ayuntamiento de Torreón, me otorgó la Mención Honorífica en el año 2002. Otra obra que me gusta es el poemario Grafías al viento, que es una recopilación de toda mi obra poética, libro que diseñó y editó mi hija la escritora Magdalena Madero G. Ella y el poeta Marco Antonio Jiménez Gómez del Campo, me lo presentaron el día 16 de febrero de este año 2010, fecha en que cumplí mi ochenta aniversario.
Desde aquí mi cariño y felicitación a Rosita por sus años bien llevados, por sus libros y su música.
Su más reciente libro Grafías al viento fue presentado el 16 de febrero de este año, y en él reúne casi toda su obra poética; resulta interesante leerlo porque allí encontramos la primera poesía que la autora escribió a los 10 años de edad; “Gotitas de lluvia” que dice: “Al mirar por la ventana / gotitas saltarinas/ que la lluvia trae consigo/ me parecen danzarinas/ Qué alegría encierran ellas/ las gotitas coquetonas/ que brincan tan juguetonas/esbeltitas picaronas…” Dichos versos están en el apartado poemas para niños. E igualmente es posible percibir cómo la madurez hizo bien su trabajo en la pluma de la autora; lo comprobamos en uno de los poemas de reciente creación, “Su nombre” : “En la hemorragia de los años/ este caduco cuerpo se va desmadejando/ mientras el taladro del tiempo/ hostiga mi vacío interno./ Es la certeza de que hay un Dios lo que me alienta/ lo que doblega mi desaliento./ Es mi vida que exige su presencia/ para no abismarme en espacios de la nada/ pues ya en la frontera con la muerte/ su solo nombre cura mis sombras.”
Le pedí a Rosita me contestara un breve cuestionario que nos asomará un poco a lo que es ella como escritora.
¿A qué edad te nació la inquietud por escribir?
En el foco de mi atención ha estado el interés latente por aprender, ya que desde niña tuve conciencia de la riqueza que encierra el conocer los conceptos, y amé los diccionarios donde encontraba el significado de las palabras con las que podía comunicarme y a la vez escribir.
¿Cuál fue lo primero que escribiste?
En el campo de la poesía, a los 10 años, estaba observando desde la ventana de mi recámara la lluvia y escribí el poema Gotas de lluvia.
¿Con qué escritores te asomaste por primera vez a la literatura?
Edmundo de Amisis, Mark Twain, Carlos Dickens, Stefan Zweig, Pierre Loti y la colección de cuentos Las Mil y una noches fueron algunos de los escritores que me influyeron. Sus libros aún se conservan frescos en mi memoria.
De tu obra, ¿qué es lo que más te gusta y por qué?
De los variados campos de las letras en los que me he expresado, la obra que más me gusta es el ensayo Un logro del deseo, La Camerata de Coahuila, por el que el Archivo municipal Eduardo Guerra del Ayuntamiento de Torreón, me otorgó la Mención Honorífica en el año 2002. Otra obra que me gusta es el poemario Grafías al viento, que es una recopilación de toda mi obra poética, libro que diseñó y editó mi hija la escritora Magdalena Madero G. Ella y el poeta Marco Antonio Jiménez Gómez del Campo, me lo presentaron el día 16 de febrero de este año 2010, fecha en que cumplí mi ochenta aniversario.
Desde aquí mi cariño y felicitación a Rosita por sus años bien llevados, por sus libros y su música.