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Nació en Francisco I. Madero, Dgo. El peor de los pecados es su primer libro de cuentos.Ha recibido el Premio Estatal de Periodismo Cultural “Armando Fuentes Aguirre” en los años 2000 y 2015 y el Premio Estatal de Periodismo de Coahuila, 2016 y 2017. Escribe cuento y ensayo. Es colaboradora regular del periódico El Siglo de Torreón. Su entrevista con Elena Poniatowska fue traducida al griego y publicada en la revista Koralli de Atenas. Ha publicado en diversas revistas nacionales y libros colectivos. Perteneció al taller literario de Saúl Rosales; es médica egresada de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C. y estudió la Maestría en Apreciación y Creación Literaria en Casa Lamm en la Ciudad de México.

lunes, 28 de octubre de 2019

OVIDIO Y OVIDIO GUZMÁN LÓPEZ

LOS DOS OVIDIOS Y EL ARTE DE AMAR
 

Ovidio, el poeta, también nació en marzo igual que el otro Ovidio. El romano sí era de lujos, pero no de carros deportivos, ya que en el siglo I a, de C, no existían. Venía de una familia de rancia estirpe, por eso se trasportaba en caballos finos. Pertenecía a la clase social ecuestre; la única que poseía caballos. De allí viene la palabra caballero. Respecto a los gallos, seguramente, Ovidio estaba de acuerdo en definir al hombre como uno de ellos, pues admiraba a los filósofos griegos: Diógenes había tomado un gallo para desplumarlo y aventarlo a la escuela de Platón, diciéndole: “He aquí tu hombre, Platón”. Eso en respuesta a Platón, que había dicho que el hombre era un animal bípedo y sin plumas. Ovidio debió haberse divertido con eso del hombre/gallo.
Ovidio tenía un hermano con el que era muy unido, pero éste murió a los 20 años. El joven falleció de enfermedad y no de balazos, porque en aquellos tiempos, tampoco existían ni pistolas ni ametralladoras Browning M2. El padre de Ovidio era propietario de muchas fincas y estaba muy cerca del poder, pero de todos modos su hijo fue desterrado por el emperador Cesar Augusto, quien fue famoso por exigir excesivo tributo de la plebe. En aquellos tiempos los plebes, también eran carne de cañón; bueno, eso es un decir, no se habían inventaban los cañones. Ovidio era muy irreverente, pero huyó como un ratón, hacía Rumania; Augusto lo obligó al exilio porque le había faltado al respeto y lo hacía parecer débil ante su pueblo.  
El emperador había proclamado leyes contra el adulterio, al mismo tiempo que Ovidio publicaba su obra El arte de amar, en la que promovía la infidelidad. A los señores aconsejaba: “Si a pesar de tu cautela se descubren vuestros hechos, negadlos tenazmente [...]. Pero no os mostréis sumiso ni más cariñoso que antes, porque esta señal indicaría mucho el ánimo culpado”. Y el consejo para las mujeres era: “Sí ponéis vuestro cuidado en engañar a los maridos, no confíes vuestras cartas sino a manos de una sierva fiel [...]. Escribir al amante como a una mujer y firmarlas con el nombre de él. O escribid las letras con leche fresca, las cuales no se pueden leer sino echando polvos de carbón”. El poeta les daba consejos sin distinción de sexo. Eso me lleva a una cuenta de Twitter que ostenta ser de Ovidio Guzmán López. Él pregunta:¿Qué se ve más feo? ¿Una mujer que sea infiel o un hombre que sea infiel?, a ver digan”. Luego el mismo se contesta: “Una mujer infiel siempre será una puta, un hombre infiel será un cabrón, así que no vengan a decir que somos iguales pinches viejas pendejas”. Los dos Ovidios sobajan a la mujer. Aclaro, esto no se trata de una comparación, sino de una simple curiosidad generada por la igualdad del nombre. Señalo que el romano aconsejaba a la mujer e igual la ofendía: “Persuadir firmemente a que todas se pueden coger; y las cogeréis, dándoos maña”. Sólo que el poeta vivió hace 20 siglos y queda absuelto por la erudición de su obra. Al otro Ovidio también ha sido perdonado.
Ovidio era guapo y mujeriego, pareciera que decía: “Siempre con una y con otra me verán pasear”. El poeta tuvo tres esposas y procreo muchos hijos, pero una de sus hijas fue su favorita. En El arte de amar Ovidio no sólo se ocupa del adulterio sino también de todo el arte del cortejo: de la higiene, los modales, los gestos, los cosméticos, los celos, la ropa, las palabras, y hasta de las posturas de cuando dos se hacen uno. Así, sugiere: “Llevad bien hecha y sin manchas la toga. No tengáis asquerosa la lengua, los dientes llenos de sarro, ni naden los pies en amplio calzado. No llevéis la cabeza deformante trasquilada. [...] No tengáis largas y con suciedad las uñas, ni sobresalga pelo alguno en las ventanas de la nariz. Evitad que os huela mal el aliento y el cuerpo a soquina”. Y cuando está con la mujer le invita a que “No exhalen los sobacos olor a chotuno, ni las piernas estén ásperas con el duro vello”. Las desalienta en el uso excesivo de pedrería, “pues lejos de atraer, ahuyenta”. También dice que las que tienen cara larga les vendrá bien un peinado con partido en medio; las de cara redonda, un peinado alto. Asegura que no se debe usar ropa multicolor. Todo un asesor de imagen. Las obras, más famosas, escritas en verso de Publio Ovidio Nasón son El arte de amar y la Metamorfosis. Él vivió 60 años.
Ovidio significa el que cuida ovejas. Y al parecer el mexicano sí cuidó de su rebaño: “No tiren, yo soy hombre, no cobarde, hay familias y niños, no voy a poner resistencia”. Dijo al ser capturado. Por qué le pusieron así al hijo del Chapo, ¿sería por el poeta o por la serie infantil de televisión de los años 80:  Ovidio y su banda?