EL Siglo de Torreón En el primer artículo hablé sobre las
coincidencias en las enfermedades entre los presidentes Benito Juárez y Andrés
Manuel López Obrador, encontrando que eran muy similares. En el segundo texto comparé
la religiosidad, concluyendo que Juárez perjudicó a la iglesia católica y que AMLO
la promueve al igual que a otras religiones cristianas y nativas. Por último, haré
un breve repaso sobre las actitudes políticas, de ambos presidentes, hacia la
mujer.
Con
frecuencia, a Benito Juárez se le llama feminista. Aunque en su tiempo no se le
podría considerar así, pues el término feminista (en el sentido social, no en
el médico) nació en Francia en 1872, año en que murió don Benito. Fue Alexandre
Dumas hijo, quien lo dijo por primera vez, porque él creía en la igualdad de
derechos entre hombres y mujeres. Además, Juárez era miembro de la masonería, una
cofradía predominante masculina y considerada machista. Aunque aceptan a Dña.
Josefa Ortiz de Domínguez como masona y actualmente exista la masonería
femenina, aunque el rol de ellas es alejado de la vida pública. La masonería promueve
el progreso de la humanidad; pero, anteriormente, en sus estatutos no aceptaban
“ni siervos ni mujeres”. Igual que Juárez, Lopez Obrador pertenece a la logia
masónica, según información de varias fuentes de Internet.
Juárez promovió la educación mixta,
aunque no logró que se enseñara lo mismo a la mujer que al hombre; fundó la
Escuela Secundaria para señoritas en el año 1869, que a la postre sería la
Escuela Normal Superior. Promovió que las mujeres pudieran tener negocios, si
el marido daba su consentimiento, claro. Aunque, las solteras podían hacerlo
libremente. Era solidario con el sexo femenino en sus discursos: “Secularizando
los establecimientos de utilidad pública, se atenderá también a la educación de
las mujeres, dándoles la importancia que merecen por la influencia que ejercen
en la sociedad”. Para su tiempo, don Benito hizo cambios importantes sentando
precedentes para mejorar la vida de las mujeres.
Los
movimientos de equidad de género han hecho que muchos hombres digan que son feministas.
No obstante, sabemos que, a veces, es solo parte del discurso o una estrategia política
o personal. En cambio, AMLO asegura que él no es feminista sino humanista. Pero
recordemos que, históricamente, los humanistas no han defendido a la mujer, al
contrario; ellos hablan de la iluminación de las mentes, siempre y cuando sean del
sexo masculino. Habrá que leer a algunos de los que se consideran grandes
humanistas, como Nicolas Maquiavelo, diciendo: “Las mujeres han sido causa de
muchas ruinas, ocasionando gran daño a los que gobiernan pueblos, y en estos
muchas divisiones” o Erasmo de Rotterdam: “Y así Platón, al parecer dudaba en
qué género colocar a la mujer, si entre los animales racionales o entre los
brutos, no quiso otra cosa que significar la insigne estupidez de este sexo” u
otros como Immanuel Kant que aseguraba que a la mujer solo se habría de respetar
en el ámbito del hogar, especialmente en la cocina.
Pareciera que el presidente López
Obrador no quiere solidarizarse con las mujeres. Ante la lucha por la equidad y
la no violencia, él tiene expresiones como: “El 90 % de las denuncias por
violencia contra mujeres son falsas”; criticó la marcha de las mujeres del 8
de marzo y el día del paro nacional femenino, lanzó a la venta los boletos del
avión presidencial, porque él “Ni idea tenía de que el 9 era el día del paro”. Otro
caso fallido es el “Decálogo del presidente de México vs. la violencia hacia
las mujeres”, en donde el primer punto es: “Estoy en contra de la violencia, en
cualquiera de sus manifestaciones” y el segundo: “Se debe proteger la vida de
hombres y mujeres. De todos los seres humanos”, en los siguientes puntos sigue
la vaguedad sin adoptar un compromiso concreto. También los anuncios contra la
violencia de “Cuenta hasta diez”, en la que se ve a una señora haciendo gestos
de desagrado porque a un anciano se le caen unos platos, es burda y no refleja
la realidad de las mujeres maltratadas. La campaña no cumple para lo que fue
creada. Todos nos beneficiaríamos si el gobierno consultara a asesoras que sepan
qué es la perspectiva de género.
A
favor de López Obrador se puede señalar que ha sido el único presidente que, desde
el inicio de su mandato, nombró a ocho Secretarias de Estado. Enrique Peña
Nieto y Vicente Fox trabajaron con tres. Calderón mantuvo en promedio a cuatro.
Las mujeres que gobiernan son ahora más. En cambio, los feminicidios y el maltrato
hacia las mujeres continúan.