La historia se gesta en 1971. Dos
hermanos de apellido Waldo, estudiantes de secundaria en San Rafael,
California, se enteraron de que una persona había abandonado su sembradío de
marihuana y decidieron cosecharla. Así surgió The Waldos un grupo de jóvenes que comenzaron a citarse, para
fumarse un porro, a las 4:20 de la tarde, hora en que terminaban sus
actividades extracurriculares. La hora se trasformó en fecha y así, el 20 de
abril, se estableció como el Día Mundial de la Marihuana. En las grandes
ciudades se organizan marchas para reclamar la libertad de su consumo.
El término marijuana surgió en Sonora,
entre los seguidores de Pancho Villa, a principios del siglo XX. La canción de:
“La cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar/ porque no tiene /porque le
falta / marijuana para andar”, da testimonio de ello. Después cambiaron la
palabra marijuana por “una pata”.
Marijuana, marihuana, mariguana,
cannabis, mois, weed, hierba, de la buena pa´gozar, sirve para mitigar el
estrés o en el tratamiento del glaucoma; en una “friega para la reuma” o para aumentar
el apetito arrebatado por la quimioterapia. La mariguana es utilizada como
analgesia del alma y del cuerpo. “Ella” es un ente multifacético que contradice
las leyes que la prohíben: en pipa, porro, brownies, aceite o cápsula, sirve para
verte mejor, para escucharte mejor, para sentirte mejor, para comerte mejor; la
hierba puede llevar, a la vez, al lobo feroz en un viaje paranoide y a Caperucita
roja (de los ojos) saltando feliz por el bosque. La planta de siete hojas (siete,
el número divino, según la Biblia)
conduce al dios de Los Rastafaris, esos de pelo trenzado bajo el humo de los
ojos a medio párpado. Un movimiento basado en el versículo bíblico (Apocalipsis
22:2) que dice: “Y las hojas del árbol eran para sanidad de las
naciones”, consideran a la marihuana una deidad. La deidad del descanso y de la
risa.
La constitución de los Estados Unidos
está escrita en tela de cáñamo, una variedad de cannabis. Versátil y de fácil
cultivo es importante en la industria textil; produce telas duraderas. La hierba
fue prohibida, por vez primera, en Estados Unidos alrededor del año 1915.
Ilegalidad que se extendió a América y después a casi todo el mundo. Algunos
aseguran que la prohibición surgió por la “ley seca” que provocó que las
personas optaran por la marihuana al ser más barata y fácil de conseguir que el
alcohol. Las autoridades estadounidenses se dieron cuenta de que el consumo
había aumentado y también la prohibieron. Otros consideran que fue por
discriminación, debido a que los negros y mexicanos la usaban más.
Unos
creen que su legalización hará un mundo más mariguano y sin moral. Otros consideran
que esta planta es mágica y que desarrolla genialidades como los del “Club de
comedores de hachís” al que pertenecerían: Charles Baudelaire, Víctor Hugo,
Alejandro Dumas padre y Honoré de Balzac, entre otros. Creen que habrá más
inteligencias como las de otros famosos usuarios, como Carl Sagan, Morgan Freeman
o Stephen King. Lo cierto es que la marihuana no hace al genio, sólo lo relaja.
En
México, el debate se está dando: Olga Sánchez Cordero, en noviembre pasado,
presentó un proyecto de despenalización de la marihuana. También el
expresidente Vicente Fox está proponiendo “terminar con la industria criminal y
sangrienta para transformarla en una industria creadora de empleos”. En Estados
Unidos el 88 % de la población está a favor de la marihuana médica y el 60 %
desea su completa legalización. No falta mucho para que vuelva a ser legal.
Siendo optimista, creo que se impondrá la cordura y será tan libre como la
Coca-Cola, dañina para la salud. No existen muertes registradas por el consumo
de esta planta, las muertes son por su tráfico ilegal. De cualquier manera, el
20 de abril se seguirá viviendo entre el humo del porro compartido; fluirán los
vapores del relax, del amor y la paz. Una mirada vaga, un hablar pausado y los sentidos
trastocados oirán el cielo más azul; en el olfato estará la música y en el
tacto el sabor.
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