Tienen seis lados y son universo. Cuentan con hojas
y algunos florecen y dan frutos. Pero no todos, otros son casi nada, son
basura, polvo que ha ensuciado el tiempo y el espacio. Los libros están lleno
de silencios, espacios, lunas, soles, estrellas, planetas y vacíos. Todos, sin excepción están
hechos de agujeros negros y blancos. En ellos, encontramos lo que ha sido, lo
que es, y lo que será; una historia, una poesía, un suspiro, un asombro: la
literatura. Un compruebo, un método, una fórmula química, física, matemática:
la ciencia.
La ciencia y la literatura caben en el volumen de
seis lados. Un beso o el movimiento del músculo orbicular de la boca. El brillo
de la luna, satélite natural o dos astronautas pisoteándola. La sangre que se
ha derramado o las pruebas cruzadas para comprobar si se es Rh positivo. El
agua o el H2O. El viento suave o una mezcla de hidrógeno, nitrógeno, oxigeno y
contaminantes. Un pozo vació y eterno o la dilatación de la pupila de un
muerto. Una regla simple para tres o la regla de tres simple. La fatiga por
tanto trabajo ¿trabajo? trabajo dice la física es fuerza por distancia y la
fuerza a veces es contraria a las ideas, no las mueve en la distancia, las
corrompe. Todos los universos hexaédricos son sueños, y... son libros. Libros
que en México, generalmente, duermen tristes en un estante.
El 23
de abril se celebra el día mundial del libro. Se instituyó ese día porque fue
un 23 de abril de 1616, murieron los dos
más grandes escritores de la literatura española e inglesa: Miguel de Cervantes
Saavedra y William Shakespeare. Desde hace siglos se ha establecido una
controversia sobre la curiosa coincidencia en el fallecimiento de estos genios,
por lo que desde hace años se intenta cambiar esta creencia romántica. Ahora
existe una nueva versión que asegura que no es verdad el hecho de que estos
escritores murieran la misma fecha. Igualmente hay quien asegura que
Shakespeare no existió como individuo, sino que toda su obra en realidad es de
un grupo de escritores. En fin, mientras se discute absurdamente si Shakespeare
To be or no to be recordemos que para fines de goce y reflexión poco ha
de modificarnos la percepción de Hamlet, Otelo, Romeo y Julieta, El mercader
de Venecia... y nada ha de agregarse
a la obra de Cervantes por haber muerto, o no, el mismo día que Shakespeare.
Otros, siguiendo una actitud catastrofista se
han atrevido a decir que el libro esta
destinado a la extinción. Pronostican que, poco a poco, año tras años, la
publicación de libros ira disminuyendo. Esto, debido a la gran cantidad de
información y libros que circulan gratuitamente por Internet. Sin embargo,
contrario a lo que se pensaría, en la actualidad se publican más libros que en
toda la historia de la humanidad
Se ha
afirmado que cada mexicano lee un libro por año. En realidad si se tratara de
un hecho efectivo y no un promedio establecido por la estadística, estaríamos
en mejores condiciones educativas, porque en la practica se trata de que unos
cuantos son capaces de leer muchos libros por año, mientras otros en muchos
años no intentan siquiera leer uno solo. Lo más triste es que en la lista de
las obras más vendidas siempre se encuentran los libracos de baja calidad, (mal
escritos y desinformados) que nada tienen que ver con la ciencia o el arte. Se
trata de los mal llamados libros de superación personal.
En un
artículo que publicó Oscar Wilde (Irlanda 1854- París 1900) y que se titula
“Hay que leer o no leer” (1878) el autor de El Retrato de Dorian Gray
sugiere leer (entre otros) Las cartas de Cicerón, Autobiografía
de Benvenuto Cellini. Releer a los clásicos griegos y nunca leer nada de la obra teatro de
Voltaire y tampoco leer a los Santos excepto a San Agustín. De todas formas lo más importante es hablar
de lo que no hay que leer para ahorrarle tiempo a los lectores. Y ya que todo mundo ha oído quienes son los
buenos, depende pues, del temperamento
de cada quien, qué leer o qué no leer.