Sí, yo también cuando leí este título pensé en el
platillo árabe hecho con hojas de parra rellenas de arroz y carne, o rellenas de
casi cualquier cosa, según sea la región de origen y que, invariablemente, cada
familia que las prepara considerara que su receta es la mejor de todas. Pero
no, este artículo no se trata de comida sino del poemario Hojas de Parra del poeta chileno Nicanor Parra.
Nicanor
Parra, nació en la Región del Biobio en Chile, en el año de 1914 (el próximo
septiembre cumplirá 102 años). Parra es matemático y físico, pero sobre todo es
poeta; ha recibido el Premio Nacional de literatura (1969) y el Premio
Cervantes (2011), entre muchos otros. Don Nica, como lo llaman sus allegados,
es conocido por instituir lo que se conoce como la antiprosa y especialmente por
ser el creador de la llamada antipoesía. La antipoesía tiene como
característica el uso de lugares comunes y un lenguaje coloquial. En los poemas
de Parra se encuentran historias plasmadas de una forma redonda, son como
cuentos que bien podrían estar en prosa. No busca el rebuscamiento ni las
figuras retóricas usuales de la poesía convencional.
Del
libro Hojas de Parra sobresale un
poema, el más conocido, se trata de “El
hombre imaginario”, en donde cada uno de los versos incluye la palabra
imaginario, excepto en la línea en donde se menciona el dolor, dejándonos así
en el asombro de su reflexión: todo puede ser imaginario menos es dolor. Aquí: “El hombre imaginario/ vive en una mansión
imaginaria/ rodeada de árboles imaginarios/ a la orilla de un río imaginario/
De los muros que son imaginarios/
penden antiguos cuadros imaginarios/ irreparables grietas imaginarias/
que representan hechos imaginarios/ ocurridos en mundos imaginarios/ en lugares
y tiempos imaginarios/ Todas las tardes, tardes imaginarias/ sube las escaleras
imaginarias/ y se asoma al balcón imaginario/ a mirar el paisaje imaginario/
que consiste en un valle imaginario/ circundado de cerros imaginarios/ Sombras
imaginarias/ vienen por el camino imaginario/ entonando canciones imaginarias/
a la muerte del sol imaginario/ Y en las noches de luna imaginaria/ sueña con
la mujer imaginaria/ que le brindó su amor imaginario/ vuelve a sentir ese
mismo dolor/ ese mismo placer imaginario/ y vuelve a palpitar/ el corazón del
hombre imaginario.”
Pero
si Nicanor Parra escribe versos como los de “El hombre imaginario”, también lo
hace desde la burla de sí mismo y la escatología en un poema nauseabundo: “Moscas
en la mierda” nadie tiene ninguna valor moral para nada si no ha vivido como él:
“Al señor -al turista -al revolucionario/ me gustaría hacerles una sola
pregunta:/ ¿alguna vez vieron una nube de moscas/ revolotear en torno a una
plasta de mierda/ aterrizar y trabajar en la mierda?/ ¿han visto moscas alguna
vez en la mierda?” porque
yo nací y me crié con las moscas/ en una casa rodeada de mierda”. Dice el poeta. Este escritor exhibe al hombre como
lo que es, una contradicción en todo lo que hace y siente. En su poema “Yo no
creo en la vía pacífica” se vuelca en la incredulidad: “no creo en la vía violenta/ me gustaría creer en algo, pero no creo/
creer es creer en Dios/ lo único que yo hago/ es encogerme de hombros/
perdónenme la franqueza/ no creo ni en la Vía Láctea. Así uno podría
continuar el poema, hablando de todas las vías en las que uno no cree y ponerse
cursi y decir que siempre queda la esperanza de que la vía oral funcione.
La
mayoría de los traductores de poesía coinciden en que los versos son difíciles de
traducir, en este caso y quizá por tratarse de la antipoesía, no creo que los
traductores tengan algún problema, pues aunque cada uno de los textos podría
tener intenciones escondidas, se trata de un lenguaje directo y sencillo. En el
primer poema de Hojas de Parra:
“Canción para correr el sombrero”, cuenta la historia de un indigente, en silla
de ruedas, y de cómo éste se inventa
historias y exige a dinero para su dosis de heroína. Hay crítica social en la poesía de Nicanor
Parra, pero hay más crítica al individuo que se escuda en su entorno para
cometer faltas. El chileno se burla de la inocencia fingida del quejoso que
considera justificable su inmoralidad en pos de hacerse justicia por sí mismo.
No
pude encontrara Hojas de Parra en
librerías pero se puede encontrar completo en PDF en la Internet.