1.- A mí me han dicho que en México las personas no
leen, pero yo veo que todo el día están agachados con sus ojos y manos sobre
las letras, no sé qué es lo que leen en esas pantallitas, pero leen. Tanto que
he pensado que somos un pueblo muy culto, además porque el 90 por ciento de la
población adulta se sabe de memoria un poema de un autor judío, aquél que fue
asesinado cruelmente. En latín este poema se titula “Pater Noster”. Hasta yo me lo aprendí: “Padre Nuestro que estás en los cielos/ Santificado sea tu Nombre/
venga a nosotros tu reino..”, pero mejor no lo escribo, para qué, si todo
aquél que lea este texto ya lo sabe.
2.- Me enseñaron que los apóstoles de Cristo eran
doce, pero luego haciendo cuentas me di cuenta que eso era mentira y que en
realidad fueron trece y otros más de los que La Biblia no menciona su nombre. Sí, estoy de acuerdo en que no
estuvieron juntos, pero, principalmente, fueron trece los que recibieron el
nombramiento de apóstol. Recordemos a Judas Iscariote, él que uso la señal del
beso para entregar a Cristo, y así poder cobrar un pago de treinta monedas de
plata. Luego, Iscariote arrepentido de traicionar al Maestro, se suicidó. Y fue
sustituido por el apóstol Matías, aunque él no obtuvo el nombramiento de parte
de Cristo sino que fue por consenso de los once que quedaban, nombrarlo.
3.- Me dijeron que tres cuartas partes de la tierra
eran pura agua, pero tengo mis dudas sobre esa sentencia que aprendí en la escuela
primaria. ¿Será ese el porcentaje? porque no hay que olvidar que debajo de los
océanos, mares, lagos y ríos, hay tierra, mucha tierra. No me aclararon si se
trataba sólo de la superficie.
4.- Está dicho y redicho, ya lo sé, pero no está
demás repetirlo. En El Quijote no
está escrita la frase: “Deja que los perros ladren Sancho, es señal de que
avanzamos.” Así como tampoco Sir Arthur Conan Doyle en los relatos de Las aventuras de Sherlock Holmes, nunca
hizo que su personaje principal dijera: “Elemental, mi querido Watson”. Ahora
es muy fácil comprobarlo, cuando se tiene acceso a los libros en forma digital,
simplemente se busca la frase que se desea y aparece, o no, lo buscado.
5.- Con frecuencia, en los medios de comunicación,
muestran encuestas que dicen que México es uno de los países más felices. No
creo en tal falacia. Lo que yo considero que pasa es que tenemos el primer
lugar como mentirosos y que los mexicanos que contestan las encuestas, mienten sin
ningún pudor sobre su estado anímico. El interrogado se dice feliz sólo porque
le gusta llevarse la contraria a sí mismo. Hay que ver las caras de la gente
manejando sus coches o los que van en el trasporte público; casi todas son
caras como de “sauce llorón”.
6.- El símbolo π
(la letra griega pi) sirve para ejemplificar la relación de la longitud de la
circunferencia y su diámetro. En la preparatoria me enseñaron que ese valor servía
para determinar el área del círculo; pi por el radio al cuadrado. En ese
entonces me aseguraron que su valor era 3.1416. Pero ahora sé que su valor es
infinito 3.1415926535897932… me imagino que fue por eso que, durante la prepa, no
me iba tan bien en matemáticas.
7.- No entiendo bien por qué, siendo México un país
de pobres, estamos tan regordetes. Allí sí, los dos tópicos son verdad: gordos
pobres. No entiendo
8.-.
Cada vez me parece más absurdo cuando alguien
declara que las disciplinas artísticas no sirven para nada, como si un poema,
una pintura, un baile, una canción, una película… pudieran dejar de existir y que
el mundo seguiría avanzando como si nada. Pero, acaso no son todas las
expresiones de arte, producto de la creatividad y el trabajo de personas y que
a su vez provocan en el espectador emociones y motivos que le hacen más
llevadera la vida. La creatividad artística da origen a otra creatividad más
cotidiana y aplicable. ¿No se trata la vida de emociones? Pues eso es el arte,
emociones.
1.- Un suspiro.