La ventana de Johari, es una prueba psicológica que
fue creada por los psicólogos estadounidenses Joseph Luft y Harry Ingham. Johari es una palabra compuesta con los nombres de los autores. Esta
prueba pretende mejorar el conocimiento de sí mismos, tomando en cuenta la
manera en que los demás se involucran en la vida de cada individuo. Se trata de
un esquema que simula una ventana dividida en cuatro partes: La sección “A” o
área abierta que corresponde a lo que los demás saben sobre una persona y que
ella también conoce. Sección “B” o área ciega que es lo que los demás saben de
esa persona pero que ella ignora. Sección “C” o área oculta, se trata de lo que
la persona sabe de sí misma pero que el resto de la gente ignora. Por último, sección
“D” o área desconocida, allí está lo que nadie sabe, ni la persona analizada ni
los demás. El equilibro entre las áreas constituye un principio de
comunicación básica. En seguida, hago un ejercicio lúdico: La ventana de Johari
del presidente Enrique Peña Nieto.
Área abierta. Lo que
otros saben y que el presidente también: nacimiento en Atlacomulco, Edo. de
México (1966), estudios de licenciatura en Derecho en la Universidad
Panamericana, maestría en el ITESM, priista, diputado local y gobernador de su
estado; que enviudó, se volvió a casar con una popular actriz (juntos suman
seis hijos) y qué tiene un hijo fuera del matrimonio; que lo operaron de un nódulo tiroideo, que hizo convenios con las
dos principales televisoras (en especial con Televisa) para promover su
candidatura a la presidencia, que ha hecho contratos millonarios e irregulares,
con el Grupo Higa y con Roberto San Román Widerkehr, para adquirir bienes
inmobiliarios, entre otros. Los mexicanos y él, sabemos que tiene muy buena
presencia, que es buen orador, que habla mal el inglés y que ha leído poco de
literatura.
Área ciega. Lo que
otros saben pero que Peña Nieto no se ha enterado: que la ambición que lo llevó
a hacer tratos con Televisa, provocó desde principios de su mandato que él
perdiera fuerza como gobernante. Idealmente, debió tomar en cuenta a Nicolás
Maquiavelo, que dice: “Tú tienes como
enemigos a cuantos has ofendido al ocupar el principado y pierdes también a los
amigos que te ayudaron a adquirirlo ya que no podrás satisfacerlos de la manera
que desean”. El presidente obtuvo lo que quería pero en el camino hizo que
Televisa tuviera dominio sobre él, ya que la alianza, presidencia-televisión,
se ha vuelto en su contra, pues ésta lo desprestigia. Los políticos que se
asocian económicamente con los medios de comunicación los fortalecen en
detrimento de su propia imagen. Los presidentes duran sólo seis años y Televisa
toda la vida; son la dictadura a vencer. Peña Nieto, aumentó el poder de la
televisora pero, paradójicamente, el emporio Azcárraga, del mismo modo se desacreditó,
resultando una simbiosis contradictoria.
El presidente ignoró que fue mala estrategia viajar
a China, después de la masacre de Ayotzinapa, pues había una fuerte tensión
social. Los ataques a su persona hubieran disminuido si supiera que un
gobernante: “Teniendo en cuenta la rebelión, se muestra más cauto, asegurando
su firmeza en el poder, condenando a los delincuentes, buscando a los
enemigos y reforzando las zonas más débiles.” (Maquiavelo, dixit).
Área oculta. Lo que desconocemos
del presidente pero que él sí sabe: la verdad sobre la muerte de su esposa, la magnitud
de su enfermedad tiroidea, cuál es el trasfondo de las reformas energéticas y
de todos los negocios que tiene con amigos y empresas desde que era gobernador
del estado de México, si ha considerado la posibilidad de renunciar, a quién
piensa destituir de sus puestos, sus miedos y sus certezas.
Área desconocida. Lo
que nadie sabe, ni él ni nosotros: si va a terminar el sexenio, quién será su
sucesor, cuál será su deterioro físico y mental por estar sometido a tanto
estrés y cómo quedará su vida familiar después de los golpes del poder.
Creo que la parte más importante es el área ciega.
Es preciso que un mandatario reduzca las diferencias entre la relación de lo
que los demás saben sobre su persona
pero que él ignora. Sobre todo tratándose del destino de un país.