Le pedí al escritor y periodista José Lupe González que me enviara su ficha biobliográfica, para mencionarla al escribir sobre su labor periodística como fundador del periódico KioSko que en diciembre pasado cumplió cinco años en circulación. Me intrigo que José Lupe, me respondiera con una ficha por demás escueta, allí decía: “Nació en Gómez Palacio, aunque casi siempre ha radicado en el ejido El Vergel. Es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la UAdeC, de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Ejerce el periodismo desde 1992. También ejerció el oficio literario”. Así nomás: “También ejerció el oficio literario” soltó esa última frase como si no quisiera señalar éste hecho, como si prefiriera no evocar su actividad literaria. No sé porqué hizo a un lado su experiencia con la palabra en varios libros colectivos e individuales; no mencionó que ganó el concurso de cuento “Magdalena Mondragón”, entre otros premios. Se le “olvidó” la publicación de su excelente libro de poesía Fundación del futuro, tampoco aludió que ha escrito en varias revistas de las que destacan Tierra Adentro y Estepa del Nazas y que tiene un libro de cuentos inédito. Él no quiso externarlo pero no resisto la tentación de presentar, aunque sea unas cuantas líneas muestrario de su poema “Aleteo desahuciado”: Hoy repito/ antes de que el invierno me vuelva piedra/ las manos/ y de hielo las entrañas/ cambio la ruta de mis noches hacia otro cuerpo/ con tangible fragancia de amor,”. Cómo hacer a un lado “Escenario de nostalgias” que dice: “donde en sitios vacíos duermen tus líneas imaginadas/ de tus espacios perfectos,/ entre aristas de sábanas que sollozan /el canto del abandono / Es una daga de templado filo de ausencia tu recuerdo/ y hoy escribo leyendo de tu vida/ junto a la mía;/ es un puñal tu recuerdo y no estás conmigo”. Quizá José Lupe no deseaba que mi texto se centrara en el dolor embellecido por sus versos, sino que él prefería que se hablara de la desilusión, pero no de la provocada en la intimidad dicha al oído, sino de las mentiras a gritos que todos oímos a diario. Una es la poesía, la otra el periodismo. La poesía evoca las batallas en soledad, el periodismo pretende la batalla colectiva, en ambas puede existir el naufragio pero en la intimidad ilusiona la esperanza; en la colectividad queda, casi siempre, la frustración por un mundo indignante.
KioSko cumple cinco años de existencia, de allí el nombre de mi artículo con un sentido anfibológico: Kiosko es lustroso y tiene un lustro de vida; es la posibilidad de una visión desde dentro de los mismos medios. Su distribución es mensual y gratuita y sobrevive gracias a anuncios gubernamentales. El director de KioSko expresa que su periódico: “tiene todo el fuerte olor de la contestación a los medios masivos desde una postura que no convoca a la inexistente objetividad, ni a ilusa imparcialidad ni a la mal llamada pluralidad. No. Quien ha escrito aquí y los que siguen haciéndolo, saben los limitados alcances del tiraje y circulación”. Por ello nos dice que en Kiosko: “No se ha llegado a la hipocresía de tratar de presentarse como imparciales ni plurales. Ningún medio del país puede presumir de eso.” Y es que es verdad, ser imparcial es como no tener ideas, como no pensar, porque desde que se escoge el suceso al que se le dará prioridad en las páginas, desde allí la imparcialidad se pierde.
Cuando en una región aparece por primera vez un libro, una revista, un centro cultural, un periódico, etcétera, ello siempre será motivo de festejo porque de una forma u otra se está provocando a la diversidad de pensamientos, de ideologías, se está dando cita a la duda y si la duda prevalece entonces el razonamiento se privilegia y en consecuencia tendremos mejores posibilidades de solución a nuestros problemas colectivos e individuales. Por ello felicidades a KioSko, a su director José Lupe González y a sus colaboradores por estos lustroso 5 años.
KioSko cumple cinco años de existencia, de allí el nombre de mi artículo con un sentido anfibológico: Kiosko es lustroso y tiene un lustro de vida; es la posibilidad de una visión desde dentro de los mismos medios. Su distribución es mensual y gratuita y sobrevive gracias a anuncios gubernamentales. El director de KioSko expresa que su periódico: “tiene todo el fuerte olor de la contestación a los medios masivos desde una postura que no convoca a la inexistente objetividad, ni a ilusa imparcialidad ni a la mal llamada pluralidad. No. Quien ha escrito aquí y los que siguen haciéndolo, saben los limitados alcances del tiraje y circulación”. Por ello nos dice que en Kiosko: “No se ha llegado a la hipocresía de tratar de presentarse como imparciales ni plurales. Ningún medio del país puede presumir de eso.” Y es que es verdad, ser imparcial es como no tener ideas, como no pensar, porque desde que se escoge el suceso al que se le dará prioridad en las páginas, desde allí la imparcialidad se pierde.
Cuando en una región aparece por primera vez un libro, una revista, un centro cultural, un periódico, etcétera, ello siempre será motivo de festejo porque de una forma u otra se está provocando a la diversidad de pensamientos, de ideologías, se está dando cita a la duda y si la duda prevalece entonces el razonamiento se privilegia y en consecuencia tendremos mejores posibilidades de solución a nuestros problemas colectivos e individuales. Por ello felicidades a KioSko, a su director José Lupe González y a sus colaboradores por estos lustroso 5 años.