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Nació en Francisco I. Madero, Dgo. El peor de los pecados es su primer libro de cuentos.Ha recibido el Premio Estatal de Periodismo Cultural “Armando Fuentes Aguirre” en los años 2000 y 2015 y el Premio Estatal de Periodismo de Coahuila, 2016 y 2017. Escribe cuento y ensayo. Es colaboradora regular del periódico El Siglo de Torreón. Su entrevista con Elena Poniatowska fue traducida al griego y publicada en la revista Koralli de Atenas. Ha publicado en diversas revistas nacionales y libros colectivos. Perteneció al taller literario de Saúl Rosales; es médica egresada de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C. y estudió la Maestría en Apreciación y Creación Literaria en Casa Lamm en la Ciudad de México.

jueves, 20 de julio de 2017

LAS OTRAS PASIONES


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El amor y otras pasiones del alemán Arthur Schopenhauer (1788-1860) es un libro de ensayos, que inicialmente puede resultar molesto, pues hay en él grandes dosis de misoginia. Frases como: “...el hombre propende por naturaleza a la inconstancia en el amor y la mujer a la fidelidad [...] para el hombre parece que cualquier otra mujer tiene más atractivo que la que posee; aspira siempre al cambio”. De allí que una mujer al leer esto piense que definitivamente que Schopenhauer no escuchó jamás los pensamientos o sentimientos de una mujer. A quién se le ocurre asegurar que: “Resulta que la fidelidad en el matrimonio es artificial para el hombre y natural en la mujer”. En el libro abundan este tipo de sentencias. Él asegura que: “El amor no se trata más que de una cosa muy sencilla: de que cada macho se ayunte con su hembra”. Pues considera que el único fin de la unión hombre-mujer es la procreación, opina que el amor es un trabajo en pro de la especie y no del individuo. Por supuesto todas los pronunciamientos que hace el filósofo alemán sobre el amor no dejan de ser interesantes, sin embargo resultan muy ofensivas para la mujer.
         Hay que  tratar de tener una mirada más abierta y profunda a la vez. Quitarse de prejuicios y aunque se esté en desacuerdo con las sentencias del filósofo tener claro que uno lee para aprender y dudar no para estar de acuerdo con los autores. Habrá que tener un pensamiento crítico y aprender. Por ejemplo: ¿No es Madame Butterfly una ópera ¾como muchas¾ absurda y cursi en su historia? Y no nos importa puesto que la música y sus arias son bellísimas, o, ¿no son algunos sonetos de sor Juana unos verdaderos monumentos al servilismo cuando escribe los romances; “Ilustrísimo don Payo o  “Gran Marqués, Señor mío”? No obstante eso resulta poco relevante ya que la adulación excesiva se presenta en poesías perfectas y hermosas.
         De manera que en El amor y otras pasiones, se pueden hacer a un lado los conceptos relativos a la mujer, pero nunca podremos despreciar las reflexiones sobre las otras pasiones: la muerte, el dolor, la música, la moral, la política, la religión y la sociedad.   
         Schopenhauer, ha pasado a la historia como un gran pesimista. El filósofo que aseguraba que la vida transcurría entre el tedio y la frustración y que la única salida para soportarla era el arte. (Recordemos que su pensamiento tuvo mucha influencia  sobre otros personajes; uno de ellos es el músico Richard Wagner).
         El pesimismo del autor se hace presente a cada página, así, al hablar de la muerte  afirma: “Exigir la inmortalidad del individuo es querer perpetuar un error hasta el infinito. En el fondo toda individualidad es un error especial, una equivocación, algo que no debería de existir, y el verdadero objetivo de la vida es liberarnos de él”.
         Schopenhauer considera al dolor, como algo positivo para la vida: “En todo tiempo necesita cada cuál cierta cantidad de cuidados, de dolores o de miserias como necesita lastre el buque para sostenerse a plomo y navegar derecho”, para el filósofo alemán la felicidad es una quimera y sólo el sufrimiento es real.
         Quizá este pesimista tenga razón y seamos una humanidad perdida en la que el egoísmo es un actor principal, por eso asevera: “Muchas gentes serían capaces de matar a un hombre para coger la grasa del muerto y untarse con ella las botas”, él se pregunta a sí mismo si se trata de una hipérbole, pero ya sabemos que  Hitler y otros más le han dado la razón.
         Sobre el artístico atenuante de la miseria humana,  queda la admiración que sentía el autor por la música: “Una sinfonía de Beethoven nos descubre un orden maravilloso bajo un desorden aparente. Es como un combate encarnizado que un instante después se resuelve en un hermoso acorde”.
El amor y otras pasiones, no es libro para deleitarse sino para remover los conceptos esperanzadores y optimistas concernientes a la humanidad.