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Nació en Francisco I. Madero, Dgo. El peor de los pecados es su primer libro de cuentos.Ha recibido el Premio Estatal de Periodismo Cultural “Armando Fuentes Aguirre” en los años 2000 y 2015 y el Premio Estatal de Periodismo de Coahuila, 2016 y 2017. Escribe cuento y ensayo. Es colaboradora regular del periódico El Siglo de Torreón. Su entrevista con Elena Poniatowska fue traducida al griego y publicada en la revista Koralli de Atenas. Ha publicado en diversas revistas nacionales y libros colectivos. Perteneció al taller literario de Saúl Rosales; es médica egresada de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C. y estudió la Maestría en Apreciación y Creación Literaria en Casa Lamm en la Ciudad de México.

sábado, 22 de diciembre de 2012

MARIHUANÓMETRO

Hace casi dos meses se dio la noticia de que por primera vez se había legalizado la marihuana con fines recreativos en Colorado y Washington (Estados Unidos) y que ya no sería necesaria la prescripción médica como lo es en California, Distrito de Columbia, Rhode Island, Nueva Jersey, Maine y otros. Por ello, en nuestro país surgieron voces contradictorias: la mayoría de los comunicadores están a favor de la legalización, mientras que los legisladores dividen opiniones. Aparentemente la razón principal para legalizarla en México sería desaparecer la criminalidad que se asocia a esta droga. Pero, ¿cuánto realmente disminuiría los crímenes al hacerla legal? Recordemos que en Estados Unidos casi no existen asesinatos por el combate a las drogas. Seremos testigos de los beneficios y perjuicios de la legalización. Por lo pronto, el turismo en esos estados, seguramente aumentará. Sabremos cómo van a controlar el consumo y si usarán marihuanómetros.
La marihuana (cannabis o cáñamo) es la droga ilegal más consumida en el mundo. Ésta es una planta milenaria que en sus efectos benéficos tiene la relajación e intensificación de los sentidos, es antiemético (quita las náuseas) y analgésico Existen estudios que demuestran que su abuso puede provocar incontinencia fecal, conjuntivitis fatiga, dolores musculares, dificultades en el habla, esterilidad, favorece la obesidad, la despersonalización, el trastorno bipolar y la esquizofrenia. Quienes están a favor de esta droga generalmente basan su defensa en la experiencia personal, citan a grandes personalidades que la han utilizado y exponen datos curiosos como que la bandera estadounidense y los papeles de la primera declaración de Independencia fueron hechos con fibra de cáñamo. También que en cirugía se utiliza como sutura y que la resistencia del billete verde le viene por estar hecho de esta planta. (La cannabis sativa y la cannabis indica tienen usos legales no sólo en cirugía sino en la industria textil y farmacéutica. Los plantíos para fines textiles son de la variedad sativa que tiene muy poco principio sicoactivo: Delta 9 tetrahidro canabinol o THC).
Uno de los grandes defensores de la marihuana fue el astrónomo Carls Sagan. Un artículo de él escrito bajo el seudónimo de “Mr. X” fue publicado en 1971 en un libro titulado Marihuana Reconsidered, en este texto habla de las ventajas que, como investigador, obtuvo al humo de un “porro” y asegura que la marihuana le regaló una percepción mejorada de la vida. Cualquiera que lea el artículo de Sagan creerá que consumir marihuana únicamente le traerá beneficios. Sin embargo, la experiencia personal, aunque se trate de genialidades, no es importante para tomar decisiones al momento de legislar. Lo relevante proviene de las estadísticas, de estudios serios sobre las sustancias, y si bien conocemos historias felices y creativas en el uso de sicoactivos, en la mayoría de éstas no se trata del desarrollo de genios, pues “Si natura non da, marihuana, LSD, cocaína, anfetaminas, opiáceos... non prestan” y lo poco que se tiene lo pueden quitar. Aunque sabemos que el padre del sicoanálisis, Sigmud Freud, era adicto a la cocaína; Bill Gates, Steven Job y Aldos Huxley consumieron ocasionalmente LSD y que los Beatles probaron varias drogas. Estos son algunos casos felices en el consumo de drogas. Pero la mayoría de las noticias que nos llegan son de tabiques nasales, familias, carreras y empleos destruidos, de hemorragias cerebrales y arritmias, de muertes por sobredosis, de “malos viajes” terminados en tragedia.
Aunque es cierto que la cannabis no ha provocado muertes directas en sus consumidores, indirectamente le debemos demasiadas hemorragias. El humo del amor y paz se vuelve dañino por la lucha de plaza. De acuerdo a eso la marihuana debería ser legal. Pero, desgraciadamente en México aún no tenemos la educación ni las bases para que los capos se vuelvan empresarios respetables como se considera a un productor de tequila o de tabaco. Pronto sabremos si en Estados Unidos habrá campañas de “si se marihuanea no maneje”.