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Nació en Francisco I. Madero, Dgo. El peor de los pecados es su primer libro de cuentos.Ha recibido el Premio Estatal de Periodismo Cultural “Armando Fuentes Aguirre” en los años 2000 y 2015 y el Premio Estatal de Periodismo de Coahuila, 2016 y 2017. Escribe cuento y ensayo. Es colaboradora regular del periódico El Siglo de Torreón. Su entrevista con Elena Poniatowska fue traducida al griego y publicada en la revista Koralli de Atenas. Ha publicado en diversas revistas nacionales y libros colectivos. Perteneció al taller literario de Saúl Rosales; es médica egresada de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C. y estudió la Maestría en Apreciación y Creación Literaria en Casa Lamm en la Ciudad de México.

sábado, 13 de octubre de 2012

LAS OTRAS DROGAS LEGALES

Además del alcohol y el tabaco, actualmente existe una gran cantidad de drogas sicotrópicas (sustancias que modifican el estado mental)  legales que se usan cotidianamente pero poco se habla de ellas. Cito algunas.
            Las otras drogas legales, que tienen efectos parecidos a las drogas ilegales, son vendidas por laboratorios que tienen un gran poder sobre nuestra vida porque manipulan los mercados de la industria farmacéutica. Los sicotrópicos de marca registrada también pueden dañar severamente la salud cuando se abusa en su consumo.
            Es extraña nuestra moral porque nos asustamos cuando sabemos de alguna persona que consume drogas ilegales, pero no nos causa ninguna preocupación cuando sabemos que una persona consume ansiolíticos como Xanax, Rivotril o Tafil (derivados de las benzodiacepinas) o antidepresivos tricíclicos como el Prozac para quitarse la ansiedad, el insomnio o la depresión. Estas drogas no sólo causan adicción sino tolerancia (cada vez se necesita mayor dosis para lograr el efecto deseado). Además provocan, entre otros, problemas de la memoria cuando se usan por tiempos prolongados.
            Algunos estudios muestran que el Tafil o Prozac hacen más estragos cerebrales que la marihuana. Afirman que esta planta es muy noble, tanto como el té de tila, solamente que ésta sí es efectiva; realmente produce relajamiento y bienestar. Orgánicamente no es adictiva, aunque si causa dependencia emocional. Para muchos resulta incomprensible que la marihuana sea ilegal mientras que las benzodiacepinas y los antidepresivos, se vendan con receta bajo la denominación de “medicamentos controlados”. Aparentemente la marihuana sería mejor opción que los ansiolíticos legales. Aunque otros autores aseguran que el uso excesivo es detonante de esquizofrenia y de esterilidad en el hombre.
            Lo mismo sucede con todos los derivados de la morfina u opiáceos, que tienen sus presentaciones legales y que su potencia es similar a las presentaciones ilegales. Los opiáceos como el Nubain o Nalbufina son sustancias de receta utilizadas para el tratamiento de dolores físicos intensos o como inductores anestésicos. Las presentaciones legales son sintéticas y las ilegales son naturales como opio, heroína (las más potente y adictiva de todas) morfina y codeína. Aunque la codeína es legal en jarabes para la tos, por esta razón muchas mamás cansadas de que sus bebés lloren en la noche, irresponsablemente, se los administran; claro, las pobres criaturas se duermen.
            Otras drogas prescitas por el médico han resultado con muchos efectos indeseables como las que son utilizadas en niños que padecen déficit de atención o hiperactividad, a ellos, se les administran diariamente derivados de las anfetaminas como es el metilfenidato. Antes a éstos niños se les castigaba con orejas de burro, coscorrones o nalgadas; ahora se les castiga con Ritalin o Concerta y se ha abusado en su uso; a cualquier niño travieso se le quiere poner en paz con Ritalin sin importar que, (según Wikipedia) tenga efectos similares a la cocaína. Un alto porcentaje de niños que toman estos medicamentos sufren de taquicardia e insomnio. Cuando se consume durante muchos años puede ocasionar enfermedades sanguíneas. La tendencia actual es tratar la hiperactividad y el déficit de atención con sicoterapia y métodos alternativos.
El problema del uso de drogas es extraordinariamente confuso, pues quién es adicto a la cocaína bien lo podría ser a los antidepresivos legales como el Prozac que también eleva la autoestima y tiene menos efectos secundarios. Desde luego quien toma Prozac no se siente “Superman” como el cocainómano, el inconveniente es que la cocaína es mucho más peligrosa por sí misma y porque es combinada con otras sustancias que pueden provocar la  muerte en una sola dosis.
Por eso la legalización de todas las drogas es tan complicada, pues las legales como el tabaco y el alcohol matan más gente que todos los demás sicotrópicos juntos. Para la mayoría de las personas lo desgarrador es lo que camina junto con el narcotráfico: el asesinato, el secuestro y la trata de personas. Todo esto generado por la impunidad.