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Nació en Francisco I. Madero, Dgo. El peor de los pecados es su primer libro de cuentos.Ha recibido el Premio Estatal de Periodismo Cultural “Armando Fuentes Aguirre” en los años 2000 y 2015 y el Premio Estatal de Periodismo de Coahuila, 2016 y 2017. Escribe cuento y ensayo. Es colaboradora regular del periódico El Siglo de Torreón. Su entrevista con Elena Poniatowska fue traducida al griego y publicada en la revista Koralli de Atenas. Ha publicado en diversas revistas nacionales y libros colectivos. Perteneció al taller literario de Saúl Rosales; es médica egresada de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C. y estudió la Maestría en Apreciación y Creación Literaria en Casa Lamm en la Ciudad de México.

sábado, 27 de abril de 2013

LAGUNA DE EROS Y DÍLER

Eros Díler: ‘un libro chido’

Nazul Aramayo (Torreón, Coah, 1985) ha escrito Eros díler, una novela corta que habla sobre las adicciones de La Laguna: del futbol que hace campeones a todos, por lo que se beben la última gota de cerveza del desierto, mientras, se rolan la marihuana. El sexo en la calle Morelos o en una cantina de prostitutas a doscientos o de travestis a cuatrocientos, más lo del hotel. Todo eso se hace al son de cumbia.
 Eros díler. Eros del dios griego del sexo y díler, del distribuidor de droga al menudeo. Un texto escrito en primera persona, con un narrador que recurre a la autoficción para tramar la historia de Cleti y Yoselyn. Una pareja de jóvenes que viven en una tierra sudorosa. Torreón y sus alrededores son otro personaje --cacarizo y apestoso--, que da soporte a la estructura de la novela.
La portada revela justo lo que ocurrirá al abrir el libro: un fondo tapizado de hojas de marihuana, una caguama como monumento (la caguama y la gente acostumbran sudar, unas por frío y los otros por calor. El objeto se humaniza y el hombre se vuelve objeto). También, en la imagen, un joven con la virgen de Guadalupe enredada en la frente. Allí mismo un vocho verde que sostiene a una mujer desnuda con múltiples tatuajes en los que caben: el diablo, la marihuana, el Sagrado Corazón de Jesús y la serpiente que, después sabremos, la incitará a suspender el embarazo no deseado con pastillas para las úlceras gástricas. Así, los personajes llevaran en su piel la oscuridad, la luz y la liberación del espíritu que viajará con boletos de hierba, piedra y polvo de segunda clase, porque en Torreón no se vende droga de calidad. Cleti recuerda que alguna vez probó soda colombiana “…casi sin cortar, casi pura, casi el paraíso”. La droga se vende por todos lados y en las colonias populares la imagen de la virgen de Guadalupe aparece para indicar el camino a los devotos y para proteger a los vendedores de la policía. Todo, una farsa.
Cleti, el personaje principal, estudió Comunicación pero es poeta y ganó una beca del gobierno. Dice que ya no se preocupará por el dinero. Trabaja de dependiente en una tienda que vende camisetas, sábanas para la yesca, pipas para la piedra (o crack) y dosificadores de soda. Donde las sábanas son papel para hacer cigarros de yesca que es la marihuana. Todo eso en el profundo viaje de las adicciones porque al protagonista no se le gusta estar con los pies sobre la tierra, necesita elevarse, sacer la magia de su interior, por eso igualmente recurre al peyote para desprenderse de sí mismo y tener sexo con su Yoselyn quien vomita con aquel cactus. Alguna vez le promete llevarla a Oaxaca para que pruebe los hongos. Él, busca el infinito y la policía lo sabe por eso lo encarcela. Él paga el arresto con una noche llena de excremento y con una mentada de madre al despedirse de los que allí seguirán.
            Actualmente los escritores jóvenes recurren mucho a la narrativa en primera persona, utilizan un lenguaje nacido del instinto, sin pretensiones éticas, pero si con deseos de crear una estética realista con la crudeza necesaria. Plasman el idioma de los jóvenes. Por eso es extraño ver que muchos reseñistas dicen sobre esta literatura que utilizan un “lenguaje fresco”, no sé porqué. Se trata de frases obscenas o lo que para la mayoría sería un habla vulgar. Ello no significa que un texto pierda valor. Claro que no, ya que muestra genuinamente la manera en que los personajes se comunican. Sin embargo, algunos lectores pueden sentirse saturado al leer novelas como Eros diler, por la repetición abusiva de ciertos vocablos como “morrita”, quizá la voz más clonada en la obra. Además, la referencia exagerada a los genitales masculinos; ya sea porque le vale… o manda a alguien a que recorra ese territorio. Lo deseable sería evitar la pobreza en el vocabulario. Aunque Aramayo diversificación el léxico en algunos pasajes de la novela ya que el protagonista es poeta.
             Eros díler, un retrato actual de nuestro espacio.
            Aramayo, Nazul. Eros díler, Editorial Jus, Direcciòn Municipal de Cultura. Torreòn. 2012.

sábado, 13 de abril de 2013

PEDERASTIA, LIBROS E IGLESIA

En la literatura hay varias novelas  donde el tema es la pederastia, desde luego en éstas no se menciona la palabra ni siquiera están escritos para que el lector tenga conciencia que son historias donde el amor se usa como arma para legitimar el daño a un menor de edad. Aunque, el arte per se no tiene moral, pero es imposible que el lector no tenga un juicio moral sobre la conducta de los personajes.
            Sin duda, Muerte en Venecia del alemán Thomas Mann es una de las novelas más fascinantes que he leído. Allì, el protagonista Gustav von Aschenibach, un homosexual en la sexta década de la vida, decide irse a Venecia, a pasar una depresión emocional, allí, se enamora de Tadzio un hermoso adolescente polaco. La novela resulta entrañable por las descripciones de paisajes venecianos y por los diálogos internos y tormentosos del protagonista, quien se pasa todo el tiempo observando al adonis al que sólo logra dirigirle un saludo. Jamás se atreve a acercársele. Este libro es un homenaje a Platón, a la sensualidad y a la belleza en todos sentidos.
            Otra obra de pederastia es Memoria de mis putas tristes del colombiano Gabriel García Márquez, en la que a un viejo decide: “El año de mis noventa años quise regalarme una noche de amor con una adolescente virgen.” Según la novela este viejillo que se las da chico superpoderoso, se enamora de la niña. Sin embargo, a lo más que llega es a dormir con ella sin llegar a tener sexo. La diferencia de los protagonistas en Muerte en Venecia y Memoria de mis putas tristes, es, además de la orientación sexual, que en la primera el hombre se siente patético y acabado a la mediana edad, en cambio el personaje de García Márquez se siente lleno de vigor y optimista. Me cae mejor el personaje de Mann porque no es superfluo, en cambio el carcamán del de Macondo es bastante pretensioso.
            Quizá una de las obras más conocida donde el protagonista se enamora de una menor de edad sea Lolita del ruso Vladimir Nabokov. La narración en este caso es totalmente diferente: un hombre cincuentón Humbert,  se enamora de su hijastra adolescente, con la que consume su amor una vez muerta la madre de ésta. Sin embargo, aquí la jovencita es descrita como muy amalditada por lo que se pasa la vida burlándose, aprovechándose y haciendo sufrir a su enamorado, al que abandona para casarse con un joven.
            En México, y en la vida real, hemos tenido a  pederastas “ilustres” como  el empresario, ahora preso, Succar Kuri y el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. Ahora tras la renuncia del Papa Benedicto XVI han surgido diferentes versiones del porqué de su retiro. Algunos aseguran que fue después de que se dio un golpe en la cabeza en su viaje a México, otros que era porque se sentía simplemente cansado y otros más que tenía que ver con información que le fue robada por su mayordomo. La verdad nunca la sabremos. Lo cierto es que ya vimos que la salud de un Papa no es impedimento para que ejerza su mandato, recordemos las condiciones físicas lamentables en las que hacia sus apariciones Juan Pablo II.
            De cualquier manera, la renuncia del Papa Benedicto XVI vuelve a mover las historias de pederastia que se han encubierto desde el Vaticano. El mismo día de la renuncia del Papa el abogado Jeff Andreson, de Estados Unidos, que lleva los casos de cientos de víctimas de pederastia, por parte de sacerdotes católicos, amenazó con demandar a Joseph Raztinger ante cortes de EU y La Haya por violación a derechos humanos. Y se asegura también que: “Expertos internacionales han afirmado que la renuncia de Benedicto XVI es producto de los abusos sexuales de sacerdotes católicos en todo el mundo, incluyendo a mexicanos, y también por casos de corrupción financiera dentro del propio Vaticano.” Como se ha publicado  en el periódico El Informador de Guadalajara, Jal. Desde luego no sabremos cuánto procedan tales demandas pero lo cierto que la iglesia católica no termina con el lado oscuro de los abusos sexuales hacía los niños.
Uno de los peores crímenes en contra de los niños es el abuso sexual.