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Quizá, Gabriel García
Márquez, al titular su novela Memorias de mis putas tristes, hizo que la
palabra puta/o, ya no escandalice. Este vocablo tiene muchos usos, además
del de homosexual. Aunque el más común (en femenino) es para llamarle a la
mujer que, cobrando o no, tiene relaciones sexuales con varios hombres. También
es sinónimo de cobarde. Y cuando su terminación es en "azo" se
refiere a un golpe fuerte: "Lo agarraron a…” o, “me di un…", dicen.
Asimismo, no sólo es adjetivo, también se trasfigura en verbo cuando
su terminación es, …teo, …teas, …tean… Yo, tú, el/ellas…putean. Otra, es para manifestar enojo en grado superlativo, para ello se
le antepone un em y se finaliza en gerundio ado/a: Estoy muy emputado. Es auxiliar para
expresar lo estupendo o lo pésimo; en la alegría o el rechazo. Aunque, no sólo
las personas o estados de ánimo pueden bautizarse así, los objetos también.
En El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, Miguel
de Cervantes (1547-1616) usa este vocablo 32 veces, aunque sólo cinco en
masculino. En la primera parte dice dos veces puto, en el sentido de “astuto,
molesto, fastidioso”, (según el ensayo de Jorge E. Barona Díaz El lenguaje
florido del Quijote). Allí se repite en doce ocasiones el término puta; ya
sea solo o acompañado de "hijo de" o con la contracción hideputa. En la segunda
parte de El Quijote son quince veces
en femenino y tres en masculino. Más de la mitad es en boca de Sancho. Llama la
atención que sólo en una ocasión lo dice una mujer. Lo que refleja la conducta
de las mujeres de la época. Citaré algunos ejemplos:
La primera mención,
de esta palabra, se hace en el capítulo dieciséis (1ª. parte). Viene del dueño
de una venta donde se hospedaron don Quijote y Sancho. La criada tiene miedo de
su amo y se esconde en la cama de Sancho. Su patrón, al buscarla, grita: “¿Adónde
estas, puta? A buen seguro que son [tus] cosas éstas.”
En el capítulo
veintidós (1ª. parte) donde se narra la ocasión en que don Quijote libera a los
presos. Uno de los criminales, Ginesillo, tiene una discusión con don Quijote y
éste le habla así: “…don hijo de puta, don Ginesillo de Paropillo, o como os
llamáis, que habéis de ir vos solo, rabo entre piernas, con toda la cadera a
cuestas.” Jorge E. Barona Díaz, asegura que es la única vez que don Quijote
no usa la contracción hideputa.
En el capítulo 37
(1ª. parte) donde se habla de las aventuras de la princesa Micomicona. Sancho
habla: “…porque quiero que sepa vuestra merced, si es que no lo sabe, que el
gigante muerto es un cuero horadado, y la sangre, seis arrobas de vino tinto
que encerraba en su vientre; y la cabeza cortada es la puta que me parió, y
llévelo todo Satanás.” Aquí la frase: "la puta que me parió"
tiene el sentido de decir que la herida en la cabeza puedo haber sido por cualquier cosa; algo sin importancia.
En el capítulo trece
(2ª. parte) un personaje, el del Bosque, habla de esta palabra cómo alabanza: "¡Oh
hideputa, puto, y qué bien que lo ha hecho!” Y después, cuando Sancho
dialoga, con otro escudero, sobre su familia y su hija a la que, asegura, prepara
para condesa, el otro se burla de él. Sancho enojado responde: “–Ni ella es
puta, ni lo fue su madre, ni lo será ninguna de las dos, Dios quiriendo,
mientras yo viviere.” Sancho asegura el honor de sus mujeres porque si no, el deshonrado es él.
En el capítulo diez
(2ª. parte) que trata de las dificultades que pasa Sancho para llevarle un
recado, de su enamorado, a Dulcinea. Allí, Don Quijote dice: “—No os fiéis
en eso, Sancho, porque la gente manchega es tan colérica como honrada y no
consiente cosquillas de nadie. (…) —¡Oxte, puto! ¡Allá darás, rayo!”.
"Oxte puto" es como decir, cúchala, vete, fuera de aquí, atrás,
lárgate... puto.
En el capítulo 31
(2ª. parte) aquí la única mujer que lo menciona. Llegan, don Quijote y Sancho,
a un castillo. Sancho, preocupado porque su asno necesita comida, se la
solicita a una mujer que se niega a dársela; Sancho la ofende diciéndole
madura, a lo que ella responde: “—Hijo de puta— (…), si soy vieja o no, a
Dios daré cuenta, que no a vos, bellaco, harto de ajos.” "Harto de
ajos" se refiere a la persona malcriada o con poca educación. Una imagen muy repetida de Sancho.
Estas son algunas
muestras de las 32 veces que Cervantes utiliza, en Don Quijote, la palabra
puto/a; Ahora, grito de guerra futbolera, ¿o no?.