Después
de visitar el museos “Memoria y Tolerancia” de la ciudad de México me aumenta la
confusión sobre el porqué de tanta barbarie del hombre contra el hombre. El
tema principal del museo es el holocausto judío, allí muestran fotografías de
varios judíos destacados que fueron afectados de una forma u otra manera con la
segunda guerra mundial; Albert Einstein, Kafka, Ana Frank, y Gustav Mahler,
entre muchos otros. Nada más porque Hitler consideraba que los alemanes no
deberían mezclarse con hombres y mujeres “degenerados e impuros”, por eso mandó
asesinar a más de 5 millones de personas.
También en este museo presentan
otros crímenes genocidas que se han perpetrado por partes de los gobiernos como
los de la ex Yugoslavia (Srebrenica), Ruanda, Guatemala, Camboya, Darfur o
Sudán. Se exponen en varias salas testimonios a través de videos y fotografías donde
el visitante se conmueve ante del horror al que han sido sometidos millones de
seres humanos. Ésta es la sección de Memoria.
La otra parte, la sección de la
tolerancia documenta lo que significa ser diferente y la necesidad de convivir
en armonía aceptando al otro. Se pretende sensibilizar a las personas sobre quienes
padecen hambre o sufren desventajas de cualquier tipo. Sin embargo, en la
última sala del museo, dentro de la intolerancia presentan una cintilla
electrónica, con datos estadísticos de la muerte a mujeres, niños que trabajan
y también agregan como un acto de discriminación el hecho de que la UNAM
rechace al 90 por ciento de los aspirantes a una licenciatura. Realmente es
sorprendente que hayan juntado dentro del museo “Memoria y Tolerancia” un tema
tan diferente y con claras explicaciones como lo es los rechazados de la UNAM.
El problema de los jóvenes que no
encuentran universidad en nuestro país es muy grave, ya que son miles de
jóvenes (más de 50 mil) que no encuentran lugar en escuelas o facultades
públicas del nivel medio superior. Por ello han surgido grupos que protestan
contra este hecho. Y una de sus exigencias es que se elimine el examen de
admisión de la UNAM. Algo imposible de ser. Porque de qué tamaño tendría que
ser la UNAM para dar cabida a tantos alumnos, a cuántos maestros nuevos tendría
que contratar, al dejarlos entrar a todos, ¿se mantendrían los estándares de
calidad?, pero suponiendo que eso fuera posible, ¿qué van a hacer miles y miles
de profesionistas sin fuentes de empleo de acuerdo a su preparación? Somos un
país que no ofrece muchas alternativas. Con cierta frecuencia se pueden
encontrar con taxistas que aseguran ser abogados, médicos, ingenieros, etc. La
mayoría de las carreras están saturadas, por ello necesariamente se llega al
subempleo y por lo tanto a la frustración profesional.
En México tenemos muchas
deficiencias en la educación en primaria y secundaria especialmente en las
escuelas públicas, mejorando el nivel de enseñanza en las escuelas de paga. Sin
embargo, sabemos de una gran cantidad de escuelas privadas donde el alto costo
económico no corresponde a al rendimiento en la enseñanza. Eso lo corroboramos
al revisar la prueba enlace. Allí, se puede saber dónde estudian los alumnos
mejor preparados del país.
A
nivel medio superior y superior es un poco diferente porque en México sí
existen universidades públicas con un alto nivel de competividad, los
principales ejemplos son la UNAM, IPN, varios Tecnológicos Regionales. En las universidades
estatales es variado porque generalmente destacan sólo en algunas o una de sus
carreras.
Volviendo
al tema del rechazo, que es tomado como discriminación por los jóvenes. No creo
que exista otra manera de seleccionar a los mejor preparados. Siempre estaremos
expuestos a la discriminación, seremos excluidos querámoslo o no; en los trabajos, para acceder a la
universidad, o entrar al cine (por eso hay salas VIP). Lo ideal es que seamos
respetuosos de las diferencias pero también aceptar que el que estudia más o
que es más inteligente tiene derecho al 10 o a pasar los exámenes.