Leí el siguiente texto en la presentación del libro Las laguneras opinan. Fue el 16 de mayo en las instalaciones de El Siglo de Torreón. Una versión más chaparra se publicó el sábado pasado en la revista Siglo Nuevo
Celebro
la decisión del Lic. Antonio González-Karg de reconocer el trabajo de la Sra.
Alicia Gómez de Villarreal y él de seis laguneras que durante 12 años
expusieron, en las páginas editoriales de El
Siglo de Torreón, sus visiones sobre la vida y sus formas de confrontarla.
También agradezco que me haya involucrado en la compilación de los artículos
para conformar el libro Las laguneras
opinan.
Las mujeres estamos viviendo, más
que nunca, una etapa de aprendizaje, pero sobre todo, de reconciliación con
nosotras mismas. Pues hacía tiempo que nos veníamos acostumbrando a oír
sentencias desagradables, especialmente sobre mujeres que lograban cierto
estatus laboral. Recuerdo que hace más de 30 años se escuchaban voces que
aseguraban que la primera mujer Secretaría de Gobierno de México lo era porque
compartía sus alegrías corporales con José López Portillo presidente de la
república de ese tiempo. Así que no fue relevante que la
Dra. Rosa Luz Alegría, Secretaría de Turismo, fuera una brillante científica y
que contara con títulos de maestría y
doctorado en física por la UNAM, un doctorado del Instituto Francés del
Petróleo de París y que publicara un libro de Física. Nadie recuerda eso. En
cambio, su imagen de Secretaria de Estado hizo que se considerara que ostentar ciertas
gracias femeninas era suficiente para obtener un buen empleo; juzgamos la
fracción por el entero, sin tomar en cuenta que no existe atributo físico, por
portentoso que éste sea, que sostenga de manera satisfactoria, la dirección de
una empresa, presidencia, gubernatura o cátedra. De tal forma, que lo más
valioso que podemos tener las mujeres es el cultivo de la inteligencia; el
único recurso que puede salvarnos de una mirada estrecha.
Y precisamente cultivar la inteligencia
y resaltar el valor de la mujer es lo que han hecho Ma. Isabel Cobo, María Asunción
del Río, Lucrecia Martínez, Rosario Ramos, Laura Orellana y Mussy Urow; a
través de la publicación de 620 artículos mostraron su sensibilidad, conocimientos,
reflexiones y la solidaridad con su entorno.
En
la lectura de los textos de la abogada Ma. Isabel Cobo, orgullosa de su
trabajo, declara que lo que más disfruta es estar en el hogar. Se destaca su artículo
“Torreón y sus mujeres” donde expone el
esfuerzo femenino que forjó el centenario de nuestra ciudad, y lo dedica no
sólo a las que: “Han barrido y sacudido diariamente en el templo sagrado de sus
casas” sino a las que, utilizando lo aprendido en el hogar, vendían melcochas,
algodones de azúcar, tortillas de harina o comida, y que podrían haber sido hechas por Dña.
Julia, Chita o Lala; y a la memoria trae “los asaderos de Dña. Cuca Navarro o los
dulces irrepetibles de las Díaz de León”. Luego… nos deja añorando el Torreón
que se fue, con la esperanza de que las mujeres logremos traducir nuestros
sueños en vida diaria.
Me
conmovieron especialmente dos artículos de María Asunción del Río. El primero
“Un adiós para Licha” donde con luto habla del “más definitivo de los avatares
que es la muerte”. Se despide de Licha: generosa, culta y hermosa en cualquier
sentido. Igualmente en su despedida del Mtro. Francisco Àmparan, ante el dolor
de su muerte temprana, relata la gran amistad que los unía. Este texto me hizo
recordar que algunas voces masculinas aseguran que la amistad genuina entre un
hombre y una mujer es imposible. Afortunadamente la maestra del Río, autora de
12 libros, tiene suficientes recursos retóricos para desmentir a cualquiera, por
aquello de los “necios que acusáis sin razón”.
En
los textos de Lucrecia Martínez confirmé sus firmes convicciones políticas,
pero sobre éstas, su tenaz lucha por mejorar las condiciones culturales de La
laguna. Quien es Fundadora, entre otros proyectos, de la Camerata de Coahuila, manifiesta
su pasión por la difusión de las artes, convencida de que “la cultura nos hace
mejores ciudadanos” y asegura que “Debemos de buscar la belleza en todas
sus expresiones, porque ello es parte de la tarea del ser humano. La belleza,
nos acerca a lo divino…” Política, preocupada e indignada por la inseguridad y
el narcotráfico, reflexiona sobre la pena de muerte y propone un modelo
factible de cárceles autosuficientes. Aunque en general los temas de esta
autora son dirigidos hacia la problemática política es atractivo adentrarnos en
sus impresiones sobre la frivolidad cuando reseña el libro Ricas y famosas de Daniela Rossell.
Laura
Orellana, ganadora del concurso de ensayo Susana San Juan, con su obra Hermilia Galindo, una mujer moderna, sobre
la revolucionaria lerdense que fundó el primer diario feminista. Socióloga e
historiadora, la maestra Orellana analiza la ecología. En su artículo “Los árboles
y su función social” recuerda lo que hacen por nosotros estos seres vivos
ramificados que además de alimentarnos, darnos frescura y producir oxigeno,
expresa que “tienen la posibilidad de aliviar las tensiones y mejorar la salud psíquica”.
Sobresale también su reseña “Más allá
del desierto” que alude a la novela del mismo nombre de la lagunera
Yolanda Natera. Aquí, la editorialista nos hace
recapacitar sobre la trasmutación del dolor en creatividad y de cómo la
protagonista-autora hace lo propio al convertir el sufrimiento en una obra
literaria.
Rosario Ramos directora del museo Arocena,
promotora cultural y autora de dos libros de cuentos, fue la primera en
escribir en la columna Las laguneras
opinan, después de que Dña. Olga de Juambelz cedió su espacio: Rosario
Ramos comparte su asistencia a foros de dialogo femenino en congresos tanto en Beinjing
como en Saltillo. Se preocupa por el papel de la mujer dentro de los espacios
laborales; se pregunta por qué los hombres no sienten culpa cuando dejan a sus
hijos para ir a trabajar, sentimiento propio en las madres. Rosario Ramos tiene
una destacada habilidad para la crónica esto lo comprobamos cuando leemos las
descripciones de sus viajes, de esa manera hace que viajemos con ella.
En
los textos Mussy Urow se descubren sus pasiones como la literatura, cine, política
y familia, pero llama la atención que aun hablando de pasiones siempre lo hace
con mucha serenidad, su escritura fluye sin tropiezos y ello le da un especial
atractivo a sus colaboraciones. Encontramos en “La abuelez” un artículo en el que se percibe
la alegría que le a traído este estado y propone que este termino debe figurar
en los diccionarios, argumentando que, la terminación “ez” denota “condición” o
“estado de”. Nos divierte mientras recuerda: “Alguna sabia abuela
contemporánea dijo que los nietos son los regalos que Dios manda a los padres
que tuvieron la fortaleza de no matar a sus hijos cuando éstos eran
adolescentes”. La autora está siempre pendiente de los conflictos internacionales
especialmente de los que involucran a Israel.
Al
leer a estas seis editorialistas podemos dar cuenta de su sensibilidad e inteligencia, y queda la certeza de que las
mujeres laguneras estamos muy bien representadas por ellas. Por eso el libro de
Las laguneras opinan es un importante
testimonio del pensamiento femenino de nuestra región.
Por
último quiero felicitar a Dña. Olga de
Juambelz y a la Sra. Pilar Díaz Rivera por tener el buen tino, junto con la
Sra. Alicia Gómez, de escoger a las editorialistas.