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Nació en Francisco I. Madero, Dgo. El peor de los pecados es su primer libro de cuentos.Ha recibido el Premio Estatal de Periodismo Cultural “Armando Fuentes Aguirre” en los años 2000 y 2015 y el Premio Estatal de Periodismo de Coahuila, 2016 y 2017. Escribe cuento y ensayo. Es colaboradora regular del periódico El Siglo de Torreón. Su entrevista con Elena Poniatowska fue traducida al griego y publicada en la revista Koralli de Atenas. Ha publicado en diversas revistas nacionales y libros colectivos. Perteneció al taller literario de Saúl Rosales; es médica egresada de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C. y estudió la Maestría en Apreciación y Creación Literaria en Casa Lamm en la Ciudad de México.

sábado, 16 de junio de 2018

LA GALLINA DEGOLLADA DE QUIROGA


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 Luis Rutiaga prologuista del libro Cuentos de la selva dice sobre el autor que fue “El primer gran prosista de criollismo fue el uruguayo Horacio Quiroga, que, aunque nacido en Uruguay, es un adelantado de la literatura argentina y se le considera como maestro de narradores y uno de los cuentistas más destacado de la América Hispana.”
Uno de los textos más famosos de Quiroga es el “Decálogo para el perfecto cuentista” (publicado en1927) allí, da consejos sobre cómo escribir un cuento. Habla de dejarse llevar por el influjo de los grandes maestros, señalando la necesidad de humildad y la de tener plena consciencia de lo que es el oficio de escribir. Del decálogo destacaré tres tópicos: “Cree en un maestro -Poe, Maupassant, Kipling, Chejov- como en Dios mismo.” El influjo de Poe es claro en Quiroga, ya que con frecuencia recurre al terror y a los ambientes sombríos en su obra. Otro punto dice: “Cree que el arte es una cima inaccesible. No sueñes en domarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo tú mismo.” Esta parte es una alusión a la humildad. Y, cuando se refiere a la sencillez en el lenguaje: “Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: “Desde el río soplaba el viento frío”, no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez dueño de tus palabras, no te preocupes de observar si son entre sí consonantes o asonantes…”
         Horacio Quiroga tuvo una vida trágica, llena de muertes prematuras, como la de su padre que involuntariamente se disparó con una escopeta. El mismo autor mató, por accidente, a su mejor amigo. Finalmente, él se suicidó ante la impotencia de saber que padecía un cáncer terminal. Su obra expresa horror y sus personajes viven situaciones angustiantes; encontramos muchos elementos de la literatura fantástica y esto se puede observar en su cuento: “La gallina degollada”.
         “La gallina degollada” cuenta la historia del matrimonio de Mazzini y Berta que deseosos de agrandar su familia deciden tener un hijo: “¿Qué mayor dicha para dos enamorados que esa honrada consagración de su cariño, libertado ya del vil egoísmo de un mutuo amor sin fin ninguno y, lo que es peor para el amor mismo, sin esperanzas posibles de renovación?” A los catorce meses de casados nace un bebé hermoso y saludable que completa su felicidad. Pero, a los catorce meses éste se enferma, padeciendo una fiebre de origen desconocido. Acuden con el médico, pero no puede hacer nada y el niño queda con retraso mental profundo: “…la inteligencia, el alma, aun el instinto, se habían ido del todo; había quedado profundamente idiota, baboso, colgante, muerto para siempre sobre las rodillas de su madre.”
 Berta se vuelve a embarazar dos veces más, la tercera dando a luz a unos gemelos, pero la historia se repite; tenían a sus cuatro pequeños idiotas que provocaban que la pareja se echaran la culpa entre ellos: “—¿Creo que no vas a decir que yo tenga la culpa, no? / —¡Ah, no! —se sonrió Berta, muy pálida— ¡pero yo tampoco, supongo!… ¡No faltaba más!… —murmuró. / —¿Qué no faltaba más? / —¡Qué si alguien tiene la culpa, no soy yo, entiéndelo bien! Eso es lo que te quería decir. Su marido la miró un momento, con brutal deseo de insultarla.” Y ya que las reconciliaciones eran inevitables; Berta vuelve a quedar embarazada; nace una hermosa niña, a la que cuidan con el temor de creer que tendrá el mismo destino que los otros engendros: “Vivieron dos años con la angustia a flor de alma, esperando siempre otro desastre. Nada sucedió; los padres pusieron en ella toda su complacencia, que la pequeña llevaba a los más extremos límites del mimo y la mala crianza”. Bertita creció y durante cuatro años tuvo una vida saludable. Pero, la catástrofe es ineludible y los personajes nunca lograran la felicidad, al contrario, cuando creen ser recompensados por tanto sufrimiento ocasionado por sus cuatro hijos idiotas, se descuidan y en un fatal desenlace los retrasados terminan con la vida de su hermana. imitando a la cocinera que degüella a la gallina para cocinarla y hacen lo mismo.
En la obra de Quiroga no existe la esperanza y todos los finales de desgracia.