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Nació en Francisco I. Madero, Dgo. El peor de los pecados es su primer libro de cuentos.Ha recibido el Premio Estatal de Periodismo Cultural “Armando Fuentes Aguirre” en los años 2000 y 2015 y el Premio Estatal de Periodismo de Coahuila, 2016 y 2017. Escribe cuento y ensayo. Es colaboradora regular del periódico El Siglo de Torreón. Su entrevista con Elena Poniatowska fue traducida al griego y publicada en la revista Koralli de Atenas. Ha publicado en diversas revistas nacionales y libros colectivos. Perteneció al taller literario de Saúl Rosales; es médica egresada de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C. y estudió la Maestría en Apreciación y Creación Literaria en Casa Lamm en la Ciudad de México.

viernes, 11 de agosto de 2017

LA PASIÓN NECESARIA DE ROSA GÁMEZ

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Rosa Gámez Reyes Retana es sicóloga y escritora. Ha escrito la novela: La menoscabada; El libro de cuentos: Pueblerinas narraciones; los poemarios Devenir de luna, Imantación y Grafías al viento; los ensayos: Un logro del deseo. La Camerata de Coahuila, Pienso, Luego escribo y Déjame ayudarte con tu niño Down. A Rosa Gámez, le viene la pasión por el arte gracias a su familia, pues unos tíos suyos estudiaron canto en Italia y sus padres tocaban el piano. La escritora recuerda que su mamá leía a primera vista las partituras y que a su papá le gustaba mucho interpretar Caballería Rusticana de Pietro Mascagni. Rosa toca el piano y es una mujer que busca siempre estar aprendiendo; ha sido un ejemplo para muchos, como ella misma lo percibe: “Creo haber sido una motivadora natural en el ambiente en que me he desenvuelto. He procurado ver el lado positivo en todas las circunstancias de la vida”, afirma.
        La autora, no sólo ha estado involucrada en las artes, también tiene una larga trayectoria como persona altruista: Durante muchos años enseñó el sistema Braille a los invidentes y por ello, el Club Sertoma de Torreón le otorgó el reconocimiento “Premio al Mérito” en 1972. Asimismo, por aquellos años, visitaba a los presos de la cárcel municipal de San Pedro de las Colonias, a quienes ayudaba en todo lo que le era posible. Cuenta que iba al Centro de Madres, lugar donde se concentraban jóvenes embarazadas y solteras, a las que auxiliaba económicamente y les daba asesoría haciéndoles sugerencias de cómo mejorar su calidad de vida; les conseguía consultas médicas gratuitas y las apoyaba con los medicamentos.
Su más reciente publicación es un relato (impreso en forma de plaquette) que se titula: Tocar sin pasión, es imperdonable, el nombre es el fragmento de una frase que dijo Ludwing van Beethoven: “Tocar una nota equivocada, es insignificante. Tocar sin pasión, es imperdonable”. Se trata de un texto escrito a través de un narrador omnisciente que guía la historia a través del pensamiento del protagonista principal; un hombre llamado Renato Armand, quien es pianista y director de orquesta. Él, a lo largo del relato, manifiesta su vital motivación por la música y se centra en la preocupación por los problemas que se le presentan en su trabajo como director. La segunda protagonista  es, precisamente, la orquesta que él dirige. Gámez cuenta pasajes de la vida de un hombre que desde la infancia se sintió atraído por la música: “Las composiciones musicales le apasionaban desde niño, por eso dedicó muchos años de su vida al estudio […] Su personalidad receptiva favorecía su sentido artístico, que afloraba de las partes más elevadas de su ser; todo aquello era posible trasmitirlo a través de la música.”
Como lo mencioné con anterioridad, esta historia tiene como hilo conductor el pensamiento de Renato Armand; las ideas del personaje son relacionadas con algunas de obras maestras de la música clásica. Y Aunque el título de este libro alude a Beethoven, el artista más mencionado es Mozart. Por ejemplo, en varias ocasiones el músico piensa en la muerte, por lo que recuerda el Requiem de este compositor; la narradora asegura que todas las situaciones de la vida son expuestas magistralmente por el prodigio de Salzburgo, ya sea que se trate de la farsa, la tragedia, el absurdo o el amor. El protagonista considera que estaba predestinado para ser músico, pues le parece imposible que él pudiera llegar a ser comerciante, político o realizar cualquier otra actividad. Aunque gracias a la música podía conocer muchas profesiones, disfrutaba especialmente de la ópera El empresario teatral de Mozart.
Renato es presentado por la escritora como una persona muy sensible: “Le dolía pensar en las miserias económicas que tuvo que pasar el compositor austriaco, sin importarle el tiempo que había pasado de su existencia, tenía presente el año de su nacimiento: 1756, y el de su muerte: 1791. En cambio olvidaba las fechas de cumpleaños de su familia y amigos. Para él, Mozart era el mayor genio musical de todos los tiempos. Él se rebelaba ante la indiferencia de quienes no disfrutaban de la perfección musical de esas composiciones. Renegaba por las injusticias a las que fue sometido este genio, por sus contemporáneos”.
Rosa Gámez, nos habla de la religiosidad de su protagonista: “Renato oraba para desarrollar, como Mozart, ese espíritu que proyectaba y difundía la profundidad de la armonía, de las acciones escénicas y del acompañamiento instrumental, que de él dependían. Con la ópera La Flauta mágica, Armand disfrutaba profundamente, por lo que varias veces la había dirigido.”
En ocasiones, el personaje principal siente desilusión porque su trabajo no es reconocido en la medida que él lo merece, pues la prensa no siempre reseñaba con justicia el trabajo que realizaba con la orquesta: “No apreciaban el esfuerzo y la maestría con que había ejecutado algún concierto. No escribían como se debería, pero no sabía si era por ignorancia o por desinterés, pues siempre le daban más espacio a la música popular. Por ello sintió enojo por la nula publicidad que tuvo antes y después de su presentación, el flautista Oicaroh F., genio a nivel mundial, cuando vino a tocar el Concierto para flauta y orquesta No 2 en re mayor, de Mozart. Armand no entendía la insensibilidad de los periodistas hacía lo que a él enamoraba, como ese concierto.”
Tocar sin pasión, es imperdonable de Rosa Gámez es un texto en donde se abordan las dudas existenciales de un músico, director de orquesta, y en menor medida expone la problemática de una orquesta, tanto en las relaciones interpersonales como el sustento artístico y económico que requiere una organización de este tipo.

Inevitable este libro nos trae a la mente a la Camerata de Coahuila. Sin embargo, aunque hay ciertas coincidencias, finalmente se trata de un relato producto de la fantasía de la autora, como ella misma lo aclara en su dedicatoria: “…este escrito es un argumento de mi imaginación, cualquier semejanza con la realidad sería una imprevista coincidencia, por lo que de antemano pido disculpas.”