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Nació en Francisco I. Madero, Dgo. El peor de los pecados es su primer libro de cuentos.Ha recibido el Premio Estatal de Periodismo Cultural “Armando Fuentes Aguirre” en los años 2000 y 2015 y el Premio Estatal de Periodismo de Coahuila, 2016 y 2017. Escribe cuento y ensayo. Es colaboradora regular del periódico El Siglo de Torreón. Su entrevista con Elena Poniatowska fue traducida al griego y publicada en la revista Koralli de Atenas. Ha publicado en diversas revistas nacionales y libros colectivos. Perteneció al taller literario de Saúl Rosales; es médica egresada de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C. y estudió la Maestría en Apreciación y Creación Literaria en Casa Lamm en la Ciudad de México.

martes, 22 de diciembre de 2015

MARIJUANA: CIEN AÑOS DE ILEGAL


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“Hay cantos floridos; que se diga/ yo bebo flores que embriagan,/ ya llegaron las flores que causan vértigo,/ ven y serás glorificado.(…) Ya retumba el tambor: sea el baile: con bellas flores narcóticas se tiñe mi corazón.” Del poema “Monólogos” de Nezahualcóyotl (1402-1472). Es probable que el Rey Poeta hablara de la flor del ololiuqui que contiene ácido lisérgico, un potente alucinógeno, (“las flores que embriagan” es un tema recurrente en la poesía de Nezahualcóyotl). Seguramente nuestros ancestros prehispánicos también se hubieran embriagado con marihuana de no ser porque esta planta, de origen asiático, llegó a México en los primeros años del siglo XVI.
El término marijuana, surgió por primera vez en Sonora, a principios del siglo XX entre los seguidores de Pancho Villa. Después, la marijuana se convirtió en marihuana y mariguana. Aunque tiene muchos nombres el más usado es marihuana. Ésta fue prohibida por primera vez en Estados Unidos alrededor del año 1915. Su ilegalidad se fue extendiendo poco a poco en América y después a casi todo el mundo. Hay muchas versiones del porqué la cannabis, o marihuana, se volvió ilegal. Algunas fuentes aseguran que la “ley seca” estadounidense provocó que las personas optaban por consumir marihuana al ser más barata y fácil de conseguir que el alcohol. Entonces las autoridades estadounidenses se dieron cuenta que el consumo de la esta planta había aumentado y decidieron también hacerla ilegal. Otra corriente dice que fue un acto de discriminación debido a que los negros y mexicanos la consumían. Al parecer a los patrones les disgustaba que sus trabajadores se divirtieran después de las jornadas de la pizca de algodón. Otros dicen que fue porque afecto la industria del papel y el algodón, ya que es muy fácil de cultivar y se puede fabricar ropa y papel a partir del cáñamo o cannabis (la primera edición de la Constitución de los Estados Unidos fue impresa en marihuana).  
Actualmente ninguna de las razones por las que se prohibió la marihuana existen: el alcohol es legal, ahora a los negros se les llama afroamericanos y pueden ser presidentes de Estados Unidos (aunque hayan fumado marihuana) y las fibras sintéticas desplazaron a las fibras naturales. Su penalización no detuvo el consumo y su comercialización ilegal causó altos índices de criminalidad en América Latina. Además, ahora no sólo los jornaleros la usan, sino personas de todos los estratos socioculturales.
Estar a favor de la despenalización de la marihuana no significa estar de acuerdo con las adicciones; la mayoría de las personas están conformes con que el alcohol y el tabaco sean legales, sin que eso implique que no les preocupe el alcoholismo y el tabaquismo. Todas las drogas son dañinas para la salud pero, “el veneno está en la dosis”, dijo Paracelso, con mucha razón.
La Suprema Corte dio la autorización, a cuatro personas, de consumir, comercializar y cultivar marihuana. Ante esto se han radicalizado tanto las posturas que hay quien dice que con la legalización nos volveremos un país mariguano (actualmente son 5.7 millones los consumidores y legal o ilegal, seguirá aumentando) y que la juventud se va a echar a perder y que habrá más esquizofrénicos. En el otro extremo están los que creen que con la legalización de esta planta hará que se desarrollen genialidades  como los del “Club de comedores de hachis” al que pertenecerían: Charles Baudelaire, Víctor Hugo, Alejandro Dumas padre y Honoré de Balzac, entre otros. Creen que habrá más inteligencias como las de otros famosos mariguanos como Carl Sagan o Stephen King. También los hay totalmente fanatizados como los del movimiento  Rastafari, que basado en el versículo bíblico (Apocalipsis 22:2) que dice: “Y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones”, consideran a la marihuana una deidad.
Habrá que ver cuáles son los intereses reales por los que se quiere frenar la legalización de esta droga y qué tanto los narcotraficantes influyen en la no legalización y si la postura de los políticos tiene que ver más con sus intereses personales (políticos y económicos) que por sus convicciones genuinas.  Ojalá que en México no gane la ignorancia y la falsa moral.

domingo, 6 de diciembre de 2015

ESCRITURA AUTOBIOGRÁFICA


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Ahora, más que nunca, es complicado seducir al lector y hacer que éste se mantenga leyendo un libro completo; existen demasiados distractores. Las personas están ojeando, sólo retazos de las grandes obras; en las redes sociales, es frecuente que se cite a autores que cada vez se leen menos, pero que son conocidos por sus frases brillantes. De allí que surja la duda sobre qué escribir. Qué puede ser más atractivo al momento de narrar: qué el escritor se regodeé en la desgracia propia y exalte sus cualidades, o por el contrario, se aleje lo más posible de sí mismo e imagine lugares y situaciones que jamás ha vivido. Resulta misterioso, pues mucho se ha repetido que en literatura lo más importante es el tratamiento de un tema, más que el tema en sí. “Revelar el arte y ocultar el artista es la meta del arte”, escribió Oscar Wilde. El reto de un escritor es trasformar un hecho,  cualquiera que éste sea, hacerlo atractivo e imponerlo al público. Por eso todo mundo podemos escribir, pero escribir bien, sólo algunos lo logran.
Las dos recientes novelas que he leído son: El beso esquimal, del cubano Manuel Pereira y Dos veces única, de la mexicana Elena Poniatowska. Todos los cuentos y novelas de Pereira son autobiográficos y nada de lo escrito por Poniatowska lo es. Lo más cercano a la autobiografía de esta autora lo capté en su novela La “Flor de Lis”,  en estas páginas se describe la vida de una familia aristócrata que vive en París; dos niñas y su madre tienen que huir de Francia a México debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial, ya que la madre es mexicana. Existen muchas similitudes entre las protagonistas y la escritora, por lo que se antoja que sea autobiográfica. Sin embargo, a pregunta a expresa, Poniatowska, lo niega. Lo cual indica que aunque existan rasgos similares entre autor y personaje no quiere decir que se haya vivido. En cambio, el novelista y ensayista, Manuel Pereira considera que la mejor forma de escribir es desde las experiencias propias y además dice que en su caso es importante dejar testimonio porque su narrativa también es una denuncia sobre el régimen de los Castro en Cuba.
            Lo cierto es que nadie escribe al cien por cierto de manera testimonial y nadie que intenté huir de sus propias vivencias lo logra por completo. No hay forma de que haya fidelidad. Los recuerdos, sabemos, siempre volverán distorsionados a la memoria. Y ser subjetivo al momento de contar una historia es imposible, pues siempre saldrán, inconsciente o conscientemente, las experiencias del narrador. 
Después de todo, la buena literatura tiene que ver más con el talento de cada quién. Recordemos la obra cumbre de la literatura española. El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, nadie piensa que Miguel de Cervantes tuvo que enloquecer y pelear con molinos de viento o enamorarse de una mujer fea y amargosa a la que él veía hermosa y dulce como Dulcinea del Toboso. Desde luego, se podrá buscar la biografía de Cervantes entrelíneas pero lo grandioso de El Quijote, no se podrá entender o explicar solamente por la vida del autor:Las obras de arte son, hasta cierto punto, autómatas y autónomas. Son independientes de quién la creó. Pero uno no debe de estar preocupado por la vida del creador para entender la obra “, como expresó en una entrevista el músico Sergio Berlioz. Igualmente nada le quita lo grandioso (en todos sentidos) a La Montaña mágica de Tomás Mann que mucho tiene de autobiográfico, ya que resultó de las cartas que le enviaba su esposa desde un hospital de Davos dedicado a pacientes tuberculosos e igualmente tomó experiencias de las visitas que el mismo Mann le hacía a su esposa.

Finalmente, lo que vale, sin importar si es realidad o ficción, es cautivar al lector: una tarea complicada.

sábado, 21 de noviembre de 2015

EL BESO ESQUIMAL O EL REGRESO A LA MEMORIA




El beso esquimal (Textofilia Ediciones, 2015, México D.F.) la más reciente novela del escritor cubano Manuel Pereira, (La Habana, 1948), cuenta la historia de un moderno Ulises; un hombre regresa a casa pero esta vez no es a la isla de Ítaca, sino a la de Cuba. Paradójicamente, el viajero huye del enemigo para enfrentarlo. Su arma es la palabra y su lucha, la libertad. El personaje principal, un escritor exiliado que vuelve después de doce años de ausencia, ha librado las batallas de la culpa, la nostalgia, el hambre y el frío en países europeos. Ha domado la soledad y el dolor del exilio. Cuatro días y tres noches es el tiempo de “visita humanitaria” que el gobierno cubano le permite para ver a su madre que sorda, envejecida y enferma se niega a usar el aparato para la sordera que su hijo le envío desde Alemania, porque “Para lo que hay que oír”. Ella, por momentos, se trasforma en la Penélope que espera a su amante, se sienta en un desvencijado sillón a tejer fantasías. La anciana se ha exiliado del sonido pero también lo ha hecho de los recuerdos: ha olvidado a su hijo.
El beso esquimal es una narración eminentemente autobiográfica porque el escritor se adhiere, a través del protagonista, a la sentencia de Pío Baroja: “Todo lo que no es autobiografía, es plagio”. Él quiere dejar constancia de las infamias de un régimen que se ha apropiado de las personas a las que les regala seis huevos cada quince días. No hay huevos. “El gran castrador”, dice el narrador, ha convertido la isla en puros castrati, que cantan y bailan simulando alegría al ritmo de salsa y guaguancó. Eso sí, Cuba tiene los culos más politizados del mundo, “había alcanzado otro récord en materia de higiene ideológica” pues al no tener papel sanitario, éste es sustituido por el único periódico permitido: el Granma. Habría que ver la cantidad de “información impresa que recibirán los anos en el momento de limpiarse”. Desde luego, no deja de ser una ironía justiciera. Luego, el autor cita pertinentemente a Bernard Shaw: “Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo… y por los mismo motivos”
A través de un narrador omnisciente y un lenguaje directo, Pereira logra intrigar al lector señalando la duda del viajero “¿Me dejarán salir?”, la pregunta guía de la novela. El visitante, del que no conoceremos su nombre, llega a La Habana, la ciudad del deja vú, donde se han vivido muchas veces la paranoia, la manija del coche que se queda en la mano, las casas destruidas o con puntales para que no se caiga el techo, las goteras, las envidias por la blusa que no le trajo a las otras sobrinas, el susurro permanente cuando se habla del dueño de la isla, los doctores o ingenieros de taxistas, la potencia mundial en medicina que no tiene un ungüento para las ronchas, la prostitución como atractivo turístico y la entrada de “dinero enemigo”; la legión de mujeres con nombres rusos, las Katiuiskas, Zolaikas y Katias; rusos también los refrigeradores y las televisiones que no funcionan. Aunque, los habitantes de la isla sienten que la libertad está llegando con la instalación de esos pequeños restaurantes llamados “paladares”
Todo su pasado lo golpea en cuatro días y tres noches. De todas las tristezas del visitante sobresale el hecho de que su madre sólo (él) le regreso a la memoria cuando le dio el beso esquimal, así como ella lo saludaba siendo niño; en el frote de nariz la anciana se da cuenta de quién es él, pero solamente por quince minutos. Nunca más.
En esta novela hay un reclamo hacía la política cubana, pero también es la justificación del porqué un intelectual cubano, que tenía ciertos privilegios, decide dejar esa postura un tanto incomoda. El destierro le ha dolido de tal forma que al final pareciera que también (igual que su madre) comienza a tener lagunas en la memoria. El olvido es la cura para la nostalgia.
Con una prosa ágil, amena y, sobre todo, reflexiva, el escritor Manuel Pereira nos entrega otra novela que muestra la vida íntima de la historia cubana.

sábado, 7 de noviembre de 2015

EL ABURRIMIENTO NECESARIO


Resultado de imagen para mafalda aburridaDe dónde viene el aburrimiento que se instala en los suspiros y que a cada paso se queda pegado en las paredes de una casa. Ha venido desde el cansancio de una mente desganada; sin remedio avanza en la tarde hasta llegar a la luna. Entonces, allí mismo hay que morirse. Morirse de aburrimiento. Caer en la muerte simulada de la inactividad. Morirse de vez en cuando es necesario para mirar al más allá y al centro de sí mismo para aceptar que se es finito. ¿Por qué ahora las personas no toleran el aburrimiento?, por eso, porque los enfrenta a sí mismos. Enfrentarse a no trabajar, a no socializar, a no chismear, a no comer, a no entrar a la Internet, a no leer, a no escribir, a no hornear un pay de manzana: Aburrirse. Bostezar. Bostezar y no saber dónde poner el cuerpo, cómo acomodarlo en el sillón, en la cama o en el jardín. No hacer nada, llegar al clímax del hastío y volverse un hongo. Maravillarse en la monotonía.

 Aunque, el aburrimiento puede ser muy peligroso. Por esta sensación las personas pueden traicionar a quienes aman; volverse adictos, no sólo a las drogas sino a cualquier cosa; llegar a calumniar y meterse en la vida de los demás. De manera que hay que saber aburrirse sin tratar de huir de ello, porque si no aceptamos el aburrimiento se disminuye nuestra capacidad para soportar el dolor.  
         El aburrimiento proviene del latín: ab-sin y  horrere- horror, es la “sensación de fastidio provocada por la falta de diversión o de interés por algo”. Aunque el significado de la palabra es no tener horror, en realidad es no sentir nada pero desear sentirlo. Muy diferente a la depresión en la que no se siente nada ni deseos de sentir. 
Según el filósofo suizo Alain de Bottonel la ansiedad y el aburrimiento son dos bienes ambiguos que nos permiten darnos cuenta de que algo estamos haciendo mal y por lo tanto deben de ser escuchados e interpretados, algo que no sucede si tenemos a la mano la herramienta de distracción más poderosa jamás inventada que es la Internet. Sí, la Internet debilita la tolerancia al aburrimiento vital para que nuestras mentes puedan crear buenas ideas. Como el tipo de aburrimiento creativo que se experimenta en los largos viajes en tren. Es en esos momentos en que sentimos el deseo irresistible de escapar de nosotros mismos, pero podemos estar seguros de que hay algo importante que debemos traer a nuestra conciencia. Las televisiones para niños en los automóviles inutilizan la imaginación y la creatividad de éstos durante los viajes familiares. En lugar de ver la naturaleza del paisaje, los niños la pasan viendo caricaturas o películas bobas.

En el ensayo ¿Qué es el aburrimiento?, el filósofo español Rafael Alvira cita a grandes pensadores y su opinión sobre el aburrimiento: “Todos los príncipes se aburren: prueba de ello, es que se van a la caza”. Y Rousseau, en el Emilio, apostrofa: “El pueblo no se aburre: conduce una vida activa”. Por el contrario, “el gran azote de los ricos es el aburrimiento. En medio de muchas costosas diversiones, rodeados de tanta gente que se ocupa de hacerles la vida agradable, se aburren hasta la muerte”.  E igualmente cita a Nietzsche: “Los animales más finos y más activos son los primeros capaces de aburrimiento”. Quién sabe qué tan verdadero sea que el rico se aburre más que el pobre, pero existe temor al aburrimiento y cierto desdén a la persona que manifiesta esta sensación. Siempre será mejor que el aburrimiento nazca desde el centro de nuestro ser y no que otras personas nos lo provoquen. Así pues, es necesario el aburrimiento una que otra tarde para mantener la dosis precisa de locura que se necesita para parecer normales.

sábado, 24 de octubre de 2015

ACÚSOME DE ENFERMARME


                                                                

Sanadores, y algunos científicos, insisten en que cada persona, consciente o inconscientemente, busca sus propias enfermedades. De acuerdo a eso, de una u otra forma todos terminaremos siendo suicidas. Por eso, tal vez es verdad y es mea culpa el hecho de que me haya enfermado. No es nada grave pero me siento al borde del precipicio, del delirio, de la desesperación. Una invasión de fuego sobre mi piel, sobre mi cerebro… Articulaciones de hojalata y músculos desobedientes. La confusión de escalofrío y calor trae el reclamo de una cobija que al rato estorba. Sigo el ciclo que quema, igual arde el frío que el calor. Me transfiguro: mirada en rojo, nariz de agua, garganta de lija y voz sin voz. Aliento que derrite cada palabra intentada; termómetro de 39 grados y delirio de frente mojada con pañuelos húmedos. No tengo cualquier gripa, tengo toda la gripa dentro de mí. Estoy en el D.F. me siento en otro tiempo; la ciudad es una catarata y estoy segura de que en Torreón no me hubiera pasado esto. Entonces, me hundo en este instante que ya es recuerdo.
         No es nuevo este pensamiento de cada uno es culpable de todo lo que padece, desde el siglo V a.C. Hipócrates, el padre de la medicina, ya había establecido la teoría de los cuatro humores, en donde se exponían cuatro tipos de personalidades y las enfermedades que se padecían de acuerdo a cada una. Así, al que le correspondía el humor de sangre, el sanguíneo, era valiente, amoroso y esperanzado; su fuerza y sus debilidades (enfermedades) radicaban en el corazón. El segundo era el de la bilis amarilla o colérico, se consideraba  de fácil enojo y sus órganos blanco eran el hígado y la vesícula biliar. El tercero, de la bilis negra o melancólico, tenía en el bazo el órgano que le daba salud o enfermedad. Por último, el humor de la flema, el de la personalidad  flemática, el calmado e indiferente, al que dirigían su vida cerebro y el pulmón. Como podemos ver la clasificación de personalidades y enfermedades de la antigua Grecia era muy limitada y simplista en relación a lo que se conoce ahora. Aunque las anteriores categorías es posible que hayan sido tomadas, a su vez, de la medicina hindú llamada ayurveda que se estableció, doscientos años antes que la griega, en el siglo VII a. C. El termino ayurveda proviene del sanscrito āyuh: duración de la vida y veda: verdad, conocimiento. Y tiene los mismos principios que la teoría de los humores griegos. En ambos la alimentación es la principal fuente de una vida sana.
         Como vemos no hay nada nuevo en decir que los hábitos de las personas son la causa más importante de las enfermedades. Pero actualmente hay varios libros entre los que destaca Usted puede sanar su vida de Louise Hay (del que ya he hablado en otra ocasión) que culpan por completo a las emociones de las personas por los padecimientos que sufren sin tomar en cuenta que todos los factores ambientales, geográficos y sociales influyen en la salud. Creo que resulta hasta cruel decirle a alguien que la razón por la que tiene cáncer es que guarda mucho rencor. De acuerdo a esos planteamientos no quiero pensar en los motivos por las que un niño de tres años pueda tener leucemia.
         Pero volviendo a mi afiebrado estado. Según la escritora Louise Hay,  tengo gripa porque lidio con conflictos que no puedo resolver y me quiero alejar de las personas. Tengo cólera y fastidio. Los escalofríos se explican por los deseos de que me dejen en paz. La fiebre es porque estoy enojada. Yo no dudo que tenga todo eso que dice el librillo pero entonces todo mundo debería de tener gripa siempre, pues no conozco a ser humano alguno que no haya sentido: enojo, ganas de alejarse de algunas personas y de que lo dejen en paz. De cualquier modo es cierto que no podemos separar nunca la mente del cuerpo y está comprobado que la tristeza hace que la inmunidad se altere y aparezcan las enfermedades más fácilmente. No descarto del todo las teorías de Louise Hay, pues sus conclusiones son intuitivas aunque no científicas, por lo tanto sus argumentos son endebles.

         Creo que poco a poco estoy regresando al tiempo real.

sábado, 10 de octubre de 2015

LA DEMOCRATIZACIÓN DE LA ESTUPIDEZ




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La gastada frase de la universidad de Salamanca: “Lo que naturaleza no da, Salamanca no lo presta; quien tiene dura la testa, tonto vive y morirá”, tiene una versión, digamos, vulgar que con frecuencia escuchamos: “El doctorado no quita lo pendejo”. Aunque pareciera una frase surgida de un ego frustrado, de cualquier manera que no hay título que redima al tonto. Aunque hay personas que parecen ser zafias, lelas, lerdas, sin sal en la mollera, idiotas, imbéciles, mensas, taradas, gansas, burras, lefias, estultas, babosas o sin luces, pero que no lo son en realidad. También existe la estupidez parcial, donde se puede ser tonto para unas cosas e inteligente para otras. Sin embargo, el estúpido auténtico, el que siempre toma decisiones equivocadas y habla con ignorancia, es fácil de identificar porque insiste en exhibir sus fallos.
Lo anterior, a propósito de que el escritor italiano Umberto Eco, en junio de este año, declaró que: "Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas (…) ahora cualquiera tiene el mismo derecho de hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los imbéciles". Es divertido observar cómo esa frase ofendió a muchos que se sintieron aludidos y se defendieron. Los reclamos en Twitter iban desde: “¿Qué te crees Eco, que sólo tú puedes opinar?” hasta los que se erigieron como “Los amos de la legión de idiotas”. Paradójicamente quienes con afán de contradecirlo, en la protesta formaron parte de esa “legión de idiotas” aludida por Eco. El autor de El nombre de la rosa tiene razón cuando asevera que "Si la televisión había promovido al tonto del pueblo, ante el cual el espectador se sentía superior, el drama de Internet es que ha promovido a este tonto como el portador de la verdad".
         Pero, ¿es realmente un problema que las personas sin criterio o con poca inteligencia expresen sus opiniones? Por desgracia sí, pero en contraparte existe la ventaja que las opiniones de los tontos no duran mucho tiempo. Las ideas de gran trascendencia o que han cambiado a la humanidad no han nacido en Twitter o Facebook, ni surgirán allí. Si bien es cierto que la Internet, a través de las redes sociales ha democratizado la estupidez y ésta se puede expresar en todo momento, también es cierto que la Internet ha democratizado el conocimiento. Por este medio podemos tener acceso a lo mejor del pensamiento; a cursos de cualquier tema y se pueden tomar clases de las universidades de más prestigio del mundo. No existe conocimiento, científico, filosófico, literario que no se exprese en Internet. Por eso, qué importa que el tonto del pueblo hable y se sienta bien, si las personas aprenden a tener criterio y desechar esa opinión. El problema resulta que se pueden unir muchos lefios y la ignorancia puede linchar a un inocente por medio de calumnias.
Carlo Cipolla, escritor italiano, asegura que a través de la observación pudo darse cuenta que las única diferencia entre los hombres es que unos son estúpidos y otros no, y estableció “Las cinco leyes fundamentales sobre la estupidez” en las que afirma que el número de estúpidos es más de lo que se cree y que éstos causan más daño que los malvados. Enseguida cito dichas leyes:
1ª.-: "Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo".
2ª.-"La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona".
3ª. "Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra o un grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio".
4ª. "Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error".
5ª.- "La persona estúpida es el tipo de persona más peligroso que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado".

         Todos somos iguales, pero los hay iguales en la tontería. Así que todos tenemos derecho a la estupidez, y sin duda todos hemos hecho uso de ese derecho en multiples ocasiones.

sábado, 26 de septiembre de 2015

CEREBROS PORNO


La percepción de la pornografía tiene muchas aristas, algunos consideran que cumple con una función social porque al disminuir la interacción sexual real se bajan también las índices de enfermedades de trasmisión sexual y embarazos no deseados. Otros, usan la pornografía como una forma de hacer negocios, algunas veces ilegales, y, generalmente, vulnerando la integridad física y psicológica de las personas que trabajan en esto. Además, hay quienes creen que se trata de un pecado que le impedirá al pecador entrar al cielo. Pero entre la inmoralidad, la ilegalidad y la utilidad de la pornografía existe un daño grave que tiene que ver con que cada día el consumo ha ido en aumento.
Sí, los graves estragos que está causando son cuestión de enfermedad, ya que ha alterado la fisiología y por ende la sicología de estos voyeurs. La adicción a la pornografía trae las mismas consecuencias de todas las adicciones: trastornos de socialización, pérdidas económicas y otros problemas específicos como la disfunción eréctil.
 Se han hecho experimentos en dónde se analiza este fenómeno nuevo (nuevo, en cuanto a que la pornografía de antaño nada tiene que ver con la actual). “The great porn experiment” (un TED Talk, que se puede ver por Youtube), es una aportación del Dr. Gary Wilson. Él, explica lo que ha significado el desbordamiento en el consumo de pornografía debido al Internet. Revela cómo los niños actuales comienzan a buscar imágenes de desnudos a los 10  años de edad, ya que es cuando comienzan su fascinación por el sexo. La pornografía actual a diferencia a la del pasado es más persuasiva porque presenta elementos innovadores. De manera que es la novedad la que provoca más excitación sexual. Y ya que estos adolescentes precoces tienen acceso a más imágenes sexuales que todos sus antepasados juntos; desarrollan la adicción.
Pero no sólo los adolescentes se están haciendo adictos a la pornografía sino también los adultos. De acuerdo al Dr. Wilson, especialmente los varones padecen de este problema. Menciona que los que cumplen el ciclo de: pornografía, masturbación y orgasmo, llegan a tener un trastorno emocional que les impide relacionarse sexualmente con las personas de manera normal. Los hombres maduros, con frecuencia ya no pueden tener sexo con sus parejas, mientras que los jóvenes no pueden salir con muchachas. Realmente la adicción a la pornografía los aleja de las relaciones reales.
            Algo curioso sucede: los hombres maduros que deciden retirarse de esta adicción, porque se dieron cuenta que les traía problemas de disfunción eréctil, se recuperaron más fácilmente que los jóvenes. La explicación que da el científico, para este fenómeno, es que los jóvenes han estado más tiempo expuesto.
            Debido a los trastornos de personalidad que provoca esta adicción existe un movimiento llamado No fapping que promueve desistir de la masturbación y el consumo de pornografía. Hay testimonios que aseguran que una vez que han dejado de ver “chicas sexis” en las pantallas de sus computadoras, sus relaciones interpersonales cambiaron y ellos se volvieron más atractivos en todos sentidos. Al parecer la energía y las sustancias que se liberan al llenar el cerebro de tanta pornografía acaban por agotarlos, provocándoles soledad y depresión.
            Casi todos los estudios que hay se refieren a hombres, afortunadamente la mujer es menos proclive a este tipo de adicciones. Para las mujeres sigue siendo mejor el cortejo, las miradas, las feromonas, las caricias, los abrazos y todo lo demás… Pero tristemente, según Dr. Wilson, no existen jóvenes que no consuman pornografía. Aunque sería mejor lo que ocurre cuando un individuo está con una muchacha real, porque siente más confianza en sí mismo y se vuelve emprendedor.

            De manera que más allá de la inmoralidad, el alto consumo de pornografía está afectando las relaciones interpersonales, especialmente entre los jóvenes. No hay duda que la sociedad estaría mejor sin los cerebros porno pegados a sus pantallas.

sábado, 12 de septiembre de 2015

DE POETAS Y NARCOS


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Algunas veces he asistido a ver partidos de futbol. Fue en una de esas ocasiones que vi a un señor de aproximadamente 35 años de edad. Un hombre delgado, de  estatura mediana que portaba una camiseta del equipo Santos, zapatos  tenis y cachucha marca Nike. Adornaba sus jeans con un cinturón que tenía múltiples dibujos de calaveras. Dedos con anillos y en la muñeca del brazo izquierdo una gruesa placa de oro con letras impresas. El emplasto dorado se hacía pulsera por tres gruesas cadenas. En la mano derecha, su dedo meñique crecía gracias a una larga uña. De vez en cuando ese personaje  desembolsaba un grueso fajo de billetes para comprar papas fritas. Tomaba cerveza e invitaba a sus serviles amigos a lo mismo. Su boca fabricaba sin descanso un léxico por demás entusiasta. Él era padre de cualquiera y le mentaba la madre al mundo entero y al árbitro también. El culto a la Santa muerte evidenciado por su cinturón, la egolatría impresa en su ostentosa joyería, la uña del dedo meñique crecida (la medida del pase cocainómano) y su ufana actitud de poder, me hicieron pensar en que allí estaba un narcotraficante.
         Se dice que ahora algunas mamás están orgullosas ―e ignorantes― de que sus hijos madrugadores nunca lleguen borrachos. Y es que los desvelados han descubierto la magia de la cocaína, la que desaparece cualquier borrachera. Asimismo los médicos detectan cada día más jóvenes hipertensos y con arritmias a causa de las drogas. Las drogas, legales e ilegales siempre han sido parte de la vida: hongos, peyote, marihuana, cocaína, opio, heroína, anfetaminas, alcohol, etcétera. Sustancias que atenúan momentáneamente el dolor del alma pero que aumentan la miseria humana.
         De esas cosas me vine acordando cuando leí el cuento “A las cinco de la tarde” del escritor estadounidense George Steiner. Dos historias que se unen en una. Primero, el autor nos presenta a manera de reportaje, las marañas del narcotráfico en Medellín, Colombia, una de las ciudades más peligrosa del mundo. Las jerarquías de los narcos, donde aparece el superstar Pablo Escobar, el emperador de la cocaína y del secuestro, “sádico, que asesinaba a montones”. Enseguida,  allí mismo, pero desarrollada en México, D.F. cuenta otra historia. En la ciudad de México se reúnen un grupo de poetas porque allí: “hierven los talleres literarios, las pequeñas revistas y la lectura de poesía en voz alta”. La ciudad con más talleres literarios en el mundo. Allí, los jóvenes se cuestionan: “¿Cuándo ha servido un poema para detener una bala?” y ellos se responden: “Un poema no sólo no puede no puede impedir una matanza: a menudo sirve para adornarla. Embellece el asesinato, y lo hace soportable. En el cuento “A las cinco de la tarde” Steiner junta las dos historias, la de los poetas y la de los narcos. Los chilangos escritores llegan a Colombia, con la idea de leer poesía en la plaza principal de Medellín, A pesar de todo, se les ocurre que los habitantes de esa ciudad pueden obtener esperanza a través de los versos. Los poetas llevan pancartas para invitar a la gente y las reuniones se logran en tres veces ocasiones, se realizan con la buena disposición de los habitantes de Medellín. Luego los narcos de Medellín detectan a esos revoltosos, conspiradores y además extranjeros. Y entonces suenan los primeros disparos… Así los mafiosos demostraron una vez más que con “charlas y pildoritas de poesía no se ha de acabar el narcotráfico”.
         Por supuesto el argumento de la historia resulta poco convincente, porque si bien la intención de los poetas mexicanos es llevar esperanza al mundo de la droga colombiana, también hay que recordar que no hay necesidad de salir de nuestro país para ello. Al parecer el narcotráfico es peor en nuestro país.

         Después de todo, es verdad lo que dice el poeta venezolano Pablo Montejo “La poesía no sirve para nada, salvo para vivir”. Pero, ¿por qué ese absurdo pragmatismo? ¿Por qué querer darle al arte responsabilidades que no le corresponden? El arte puede ayudar pero no es la solución principal.