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Nació en Francisco I. Madero, Dgo. El peor de los pecados es su primer libro de cuentos.Ha recibido el Premio Estatal de Periodismo Cultural “Armando Fuentes Aguirre” en los años 2000 y 2015 y el Premio Estatal de Periodismo de Coahuila, 2016 y 2017. Escribe cuento y ensayo. Es colaboradora regular del periódico El Siglo de Torreón. Su entrevista con Elena Poniatowska fue traducida al griego y publicada en la revista Koralli de Atenas. Ha publicado en diversas revistas nacionales y libros colectivos. Perteneció al taller literario de Saúl Rosales; es médica egresada de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C. y estudió la Maestría en Apreciación y Creación Literaria en Casa Lamm en la Ciudad de México.

sábado, 19 de julio de 2014

LA LEVEDAD Y EL PESO

¿La levedad o el peso? ¿el alma o el cuerpo? ¿el espíritu o lo materia? Habremos de buscar la luz para luego sentirnos deslumbrados por su intensidad, e igual que en la oscuridad, irremediablemente ciegos estaremos. De todas formas nos quemamos: con el hielo indiferente o con el fuego apasionado. Por eso Parménides asegura que: “Todo mundo está dividido en principios contradictorios”. Es muy cierto. Cargaremos, sin remedio, con “la insoportable levedad del ser”.
La insoportable levedad del ser (1985), una novela que fue llevada al cine en 1988; la obra más conocida del escritor checo Milan Kundera (1929),  es una historia donde la duda asalta a la religión, la filosofía, el amor, la fidelidad, el comunismo, la política; la vida. El amor entre Tomás y Teresa. Él, un brillante neurocirujano de Praga, que es obligado a cambiar el bisturí por un trapo que le sirve para limpiar escaparates. Una humillación que le vino tras la publicación de un artículo que analizaba la culpa de Edipto. La tesis de Tomás circundaba los cuestionamientos sobre qué tan culpable era Edipo, si ignoraba (en el momento de los sucesos) que había matado a su padre y que su esposa era en realidad su madre. ¿La ignorancia libera la culpa? ¿por qué, entonces,  Edipo se castiga dejándose ciego?. Tomás busca la levedad, se libera del compromiso de un hijo y una esposa. Descubre la ligereza del limpiador de vidrios. Qué le puede preocupar, acaso qué dejó una manchilla en el cristal. En cambio, cuando algo no marchaba bien en el quirófano; el peso provocaba angustia. Ser limpiaescaparates es estar de vacaciones. Eso parece. Pero a los tres años de recreos, todo igualmente se vuelve carga. Tomás, un hombre que tuvo relaciones sexuales con muchísimas mujeres. Aquél que nunca podía dormir con sus amantes: “hacer el amor con una mujer y dormir con ella son dos pasiones no sólo distintas sino contradictorias”. Sin embargo encontró una joven con quien logró satisfacer ambos deseos: Teresa, una camarera que se transformó en una magnifica fotógrafa de soldados invasores. Ella, la eterna celosa.
            La insoportable levedad del ser es una obra en la que se puede ver la influencia que ejerce la vida política de una nación en la intimidad y las decisiones personales. Habla de la tristeza de un pueblo que siente remordimientos y vergüenza por haber permitido la entrada a los invasores. La Praga de 1968 asaltada por Leonid Brezhnev,  el soviético que borró de sus calles los nombres de los héroes nacionales para inscribir la de los nuevos dueños rusos. Los moradores de la nación ocupada, que inexorablemente se entregan a la borrachera de la debilidad y sienten atracción por el vértigo, por la fatalidad. Todos unos desamparados, y a la vez todos queriendo compadecer a alguien.
            Una novela en donde el tiempo transcurre en forma circular, no lineal, porque  el narrador, un espectador omnisciente, vuelve a pasar, una y otra vez, por los mismos espacios, por los mismos pasajes, pero en cada ocasión los ángulos visuales son diferentes. Describe un hecho en el que se ven los protagonistas desde la visión del narrador. Luego, retoma dicho pasaje pero desde el punto de vista de uno de los protagonistas y así. De esa forma nos enteramos de las diferentes sensaciones que provoca un solo suceso en cada uno de los personajes y en el propio narrador, mismo que en ocasiones se expresa libremente como autor y nos explica cómo surgió la idea y la imagen de los seres que habitan su creación.
Milan Kundera Nació en Brno, Checoslovaquia en 1929, perteneció al partido Comunista checo pero tras de la invasión a su país por parte de la Rusia comunista y la publicación de su novela El libro de la risa y el olvido  le fue anulada la nacionalidad checa. Se expatrió en Francia y se nacionalizó francés, aunque la publicación de sus memorias le permitió la devolución de la ciudadanía checa. Algunos de sus libros son: La broma, La Ignorancia, La inmortalidad, Los testamentos traicionados, El libro de los amores ridículos.
            La Insoportable levedad del ser de Kundera  deja claro que: “La grandeza del hombre consiste en que carga con su destino como Atlas cargaba con la esfera terrestre a sus espaldas”.

sábado, 5 de julio de 2014

TARDE DE SUEÑOS AGONIZANTES


       Ayer alguien ofreció enseñarme a contar

                    sólo porque no supe decir

                   cuántos sueños mueren en un segundo”

(Graciela Guzmán)

 
 Soy una Tarde. Una tarde llena de minutos a los que se le han amontonado los días y la nostalgia. Soy Vespertina que se asoma por la ventana y ve que llueve y que los coches caminan apresurados. La vida está en la calle ¿O es la muerte la que allí habita? Sí, sí, los sueños nacen dentro pero mueren fuera ¿Cuántos sueños han muerto el día de hoy? ¿Qué dicen las estadísticas? Pero, ¿de qué se han muerto esos sueños? de enfermedad crónica degenerativa, de ruptura cardiaca o de desilusión, de obesidad o de anorexia, de presión alta, de azúcar en la sangre, o de atole en las venas. ¿Cuántos sueños fallecen de muerte natural? Yo no quisiera ¾llegado el momento¾ morir de muerte artificial

A propósito, ayer perdí un sueño en un accidente: iban mis dos ilusos sueños corriendo a la velocidad de la luz, cada uno en sentido contrario, iban tan esperanzados, hasta que al doblar una esquina chocaron. El más joven se hizo pedacitos. Traté de darle reanimación pero era ya un auténtico sueño roto. Necesite las quijadas de la vida para rescatar el cuerpo de aquel sueño difunto. Le hice un funeral privado. Nadie se dio cuenta y lo aventé a la fosa común. (Nadie conoce todos los sueños que he tenido que mandar a la fosa común. A veces hasta a mí se me olvidan). Rezo un Padre Nuestro y dos Ave María. Llena soy de gracia y de desgracia. Confieso que otros sueños se han convertido en cadáveres por abandono. Pero no quiero que nadie se enteré que soy yo la Tarde desnaturalizada que los dejó a su suerte. 

Soy momento y a todos se les he olvidado, aún a mí misma.

La vida es rápida allá afuera. Acá dentro hay lentitud. Ni una llamada siquiera, ni una visita de doctor. Tarde viuda de amigos y de familia. Tarde de tedio ¿Solamente los tontos se aburren?  ¡Válgame Dios! Cuánto me aburro.

Soledad arrinconada que no quiere ser más Soledad, y que, irónicamente, la socialización me cansa. Soy misántropa... Rechazo todo aunque lo desee. No puedo trabajar, ni aprender. Nada nada nada nada. Ah sí, la nada no existe. Pérdida de tiempo que duele. Duele porque sé que sucumbirá en el instante menos o más pensado. Un día siento que me ahogo y otro nada. Tan contenta.  Tan pazguata. Tan, me vale madre. No me importa nada. Piensen lo que quieren, todos. 

Será cierto que al morir los sueños pasan a mejor vida. Resulta que todas aquellas almas buenas ahora estarán en el mismo sitio. ¡Ah! no hay que olvidar que si él “hubiera” no existe, él “ahora” tampoco, ya lo dijo Einstein: “El presente es una ilusión todo es pasado y todo es futuro”. Es cierto el presente es éste instante... y ya pasó.

Todos  iremos a un lugar donde el tiempo no existe. Y cómo es posible entender que el tiempo puede dejar de ser. Cómo razonarlo nosotros los de reloj, de espacio y de materia.

El lugar común es un sueño que se hizo realidad. La epidemia de realidad ha llevado a la tumba tumultos de sueños. Enfermedad extrañísima es la realidad, ¿qué es la realidad? Es una enfermedad contagiosa, ¿cuáles son sus síntomas? ¿Es benigna o maligna? No hay que preguntar. Con menos otros se han vuelto locos. La realidad es lo que se ve, lo que se palpa. Y Dios, ¿se ve o se palpa? ¿Dios nos sueña, o nosotros lo soñamos a Él? Siempre, siempre los mismos cuestionamientos necios. Sí Dios lo quiere alguna tarde lo sabremos. Mejor cierro los ojos y me pongo a soñar.

¿De qué mueren los sueños? Mueren de pura realidad.